Excepto en algunos lugares puntuales, las lluvias aportaron muy pocos milímetros en Santa Fe. Muchos productores, alentados por la previsión, fertilizaron el fin de semana. Pero sin humedad una gran parte de ese producto se perderá por volatilización.
Excepto en algunas zonas de los departamentos San Javier y el sur de General Obligado, donde se registraron lluvias de 20/25 milímetros, el frente de tormenta (hasta el mediodía de este lunes 11 de julio) pasó por la provincia de Santa Fe sin aportes útiles de humedad para el sector agropecuario.
Incluso para muchos productores el pronóstico -que anticipaba entre 10 y 15 milímetros en la franja central- fue una trampa, ya que durante el fin de semana se lanzaron a fertilizar (y algunos hasta a sembrar trigo), pero sin la humedad esperada ese gasto se perderá en gran parte la volatilización de los nutrientes, que no podrán penetrar en el suelo.
"Nos jugamos la ficha y salimos a fertilizar unos lotes y nada", lamentó el ingeniero agrónomo Leonel Tornotti desde Gálvez, donde apenas cayó un milímetro de lluvia.
En el mismo sentido se expresó el ingeniero Claudio Bosco. "Nos jugamos una fija de que algo iba a llover y no llovió nada", dijo, tras explicar que "aunque era errático el milimetraje pronosticado, sí estaba muy firme la probabilidad de lluvias". Por ese motivo muchos en la región decidieron fertilizar trigos, cebadas o lotes de verdeos en los tambos, y hubo "mucha urea aplicada". Si bien la humedad puede haberla disuelto, no alcanza para que penetre en el suelo. "El grano, como si fuese sal, dejó de estar arriba del suelo; pero sigue estando en la superficie, lejos de las raíces", aclaró. Con el agravante de que se transforma en gas amoníaco y se pierde por volatilización. "Si bien en invierno no es tan importante, se produce igual", dijo Bosco, que agregó: "también hay otra pérdida: que es el potencial de rinde que se resigna por llegar tarde con la nutrición".
En la región, desde Gessler el ingeniero agrónomo y productor Julián Imhoff reportó el mismo fallido. Desde el viernes y durante el fin de semana, observó camiones de fertilizantes y máquinas de esparcir urea, así como de fertilizantes líquidos. Y él no fue la excepción: "fertilicé unos verdeos y en la zona había bastante movimiento de maquinaria fertilizando trigos, tratando de aprovechar esta lluvia; y bueno, eso ahora queda a media máquina", se resignó. "Una lástima, había pronóstico de 15mm; pero cayeron unas gotas, ni siquiera un riego".
Esas labores, a grandes rasgos implican un desembolso de u$s 6 a 8 por hectárea en combustible, más otros u$s 90 a 140 en urea, según si la dosis es de 100 o 150 kg/ha, precisó Imhoff. "Está siendo unos de los inviernos más secos de los que yo recuerde; y hablando con gente con más experiencia y más años, también mencionan lo mismo", lamentó.
Otros registros
Donde sí se registró un milimetraje útil fue en Reconquista, con 25. "Excelente para los trigos, algunos en macollaje o pre macollaje y fertilizados; viene como anillo al dedo", aseguró el ingeniero Claudio Zorzón.
Otra localidad con buena lluvia fue San Javier, con 20 milímetros. "Con esto, cambia el panorama, que estaba crítico.Sobre todo la ganadería, que las cañadas están secas, no hubo la producción de pasto en verano/otoño, y con eso se pasa el invierno", detalló Rubén Favot.
También se reportaron 25 milímetros en Candioti, departamento La Capital. Pero en general, en el resto de la provincia la lluvia fue escasa o nula.
En San Cristóbal, "lavó los techos", dijo el ingeniero Ricardo Gallo, en referencia al milímetro caído. "Los campos están complicados; las pasturas, que se sembraron bastante en campos lecheros y ganaderos, le falta humedad y hay mucho frío, así que tienen poco desarrollo; y los pastos naturales se están complicando, porque tuvimos primavera y verano secos, así que va a ser muy duro llegar a octubre, que es cuando llega la primavera al campo", sintetizó.
En Rafaela la estación meteorológica automática del INTA midió 1.25mm. "Lo mismo que nada; la situación es muy fea", indicó el ingeniero agrónomo Carlos Callaci. Y mostró un relevamiento en el que se observa un déficit de 227.4 milímetros hasta el mes de junio inclusive, respecto del promedio histórico.
Otros registros en la región fueron: 3 a 6 mm en Esperanza; 2 a 3 en Humboldt, aunque tuvieron más suerte en algunas localidades de la zona como Grutly (10mm) o ABC (18). En Pilar reportaron sólo un milímetro. En San Carlos apenas 1.5 mm. "Todos los trigos necesitando agua, si no llueve se acorta el ciclo, vienen rápido y encañan chiquito; si no tienen agua no van a semillar", advirtió el contratista Matías Boretto.
En Franck cayeron 2 o 3 mm. "El campo está con lo justo. Trigos recién saliendo, así que el consumo de agua es mínimo; si no cambia de acá a fin de mes se va a volver crítico", apuntó el ingeniero agrónomo Raúl Walker. En el sur santafesino no se registraron lluvias.