Textos y entrevistas: Mónica Ritacca / María Víttori
Juventud del Norte no es un barrio de los más conocidos. Quizás, para muchos lectores, ésta sea la primera vez que se enteran de su existencia.
Textos y entrevistas: Mónica Ritacca / María Víttori
Cámara: Juan Manuel Víttori
Chofer: Mario Hereñú
Para llegar a este barrio, hay que tomar avenida Blas Parera. Cualquier calle que esté entre Azcuénaga y Javier de la Rosa, los límites norte y sur respectivamente, conducirán al oeste hacia Juventud del Norte. Pero antes hay que atravesar toda la jurisdicción de El Tránsito. Los barrios vecinos son: Acería al norte, Scarafía al sur, El Tránsito al este y Santo Domingo al oeste.
Según archivos de El Litoral, Juventud del Norte era un barrio que avanzaba hasta que el desdoblamiento en dos sectores “lo perjudicó”. Eso ocurrió en la intendencia de Horacio Rosatti, a mediados de la década de los 90’. Ocurrió que un grupo de vecinos quiso crear una nueva vecinal y el municipio le dio el visto nuevo. Así surgió Scarafía, y el barrio Juventud del Norte se redujo a lo que es la actualidad.
Sobre por qué los perjudicó el desdoblamiento, diarios de aquellos años aseguran que el sector sur, llamado ahora Scarafía, fue beneficiado con obras de mejoramiento barrial cuando formaba parte de Juventud del Norte mientras que el norte quedó postergado.
El barrio hoy
La inseguridad es el principal problema que aqueja a los vecinos de este barrio. Dicen que la ola delictiva se apoderó hace un tiempo de la tranquilidad que había en las calles, aunque reconocen que desde que está Gendarmería “la cosa está un poco mejor”.
“La verdad es que apenas se esconde el sol hay que evitar salir a la calle. El límite oeste de este barrio es el Camino Viejo a Esperanza, donde frecuentemente hay tiroteos y hechos trágicos. Sin ir más lejos hace un par de semanas, el barrio fue noticia por dos muertes. Primero la de un policía, y luego la del delincuente que mató a ese policía. Los que llevan la peor parte son los comerciantes, porque son los que más expuestos están”, dijo una vecina.
Sobre los negocios que hay en el barrio, en su mayoría atienden detrás de las rejas y sólo permiten el ingreso de clientes conocidos.
Ubicación