El breve ciclo de Sergio Batista al frente del seleccionado nacional empezó con algunos éxitos rutilantes, pero terminó en fracaso tras la temprana eliminación de la Copa América. Puesto en funciones inesperadamente por Julio Grondona, Batista asumió como entrenador interino en agosto de 2010 y fue oficializado recién el 2 de noviembre, cuando le prometieron permancer en el cargo hasta el Mundial 2014, algo que finalmente no sucedió.
Campeón olímpico en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Batista inició su ciclo con dos triunfos trascendentes en los últimos meses de 2010 cuando el seleccionado goleó a España 4-1 en el Monumental de Núñez y derrotó agónicamente a Brasil 1-0 en Qatar, triunfos que hicieron olvidar rápidamente una derrota inesperada ante Japón como visitante.
La victoria ante Portugal de inicios de año invitó a ilusionarse con un ciclo triunfal, más allá de que el equipo no terminaba de encontrar una línea de juego.
Pero después vinieron derrotas dolorosas, con la que cosechó el innecesario sub 25 que fue goleado en Nigeria 4-1 y superado claramente en Polonia. Y las dudas comenzaron a flotar en el aire.
La Copa América terminó de “sepultar” al “Checho”. Y eso que el equipo se fue sin derrotas, eliminado en definición por penales por el campeón, aunque con sólo un triunfo ante un juvenil equipo costarricense.
Fue una salida demasiado temprana del certamen continental para un equipo anfitrión. Y a ello se le sumó un rendimiento muy poco convincente del equipo.
La suma de esos factores hizo recapacitar a los directivos de la AFA, que ante el clamor popular decidieron hacer a un costado al entrenador, antes de encarar las eliminatorias para el Mundial de Brasil. Un final triste para un ciclo corto.
Fuente: DyN