La Justicia de Mendoza dictó el sobreseimiento de los rugbiers franceses Oscar Jégou y Hugo Auradou, quienes habían sido acusados de abuso sexual con acceso carnal agravado por una mujer de 39 años.
La jueza Eleonora Arenas determinó que no había pruebas suficientes para sostener la acusación contra Oscar Jégou y Hugo Auradou, quienes habían sido detenidos en julio tras la denuncia de una mujer.
La Justicia de Mendoza dictó el sobreseimiento de los rugbiers franceses Oscar Jégou y Hugo Auradou, quienes habían sido acusados de abuso sexual con acceso carnal agravado por una mujer de 39 años.
La decisión fue tomada por la jueza Eleonora Arenas, luego de cinco meses de investigación que culminaron con la liberación definitiva de los deportistas.
El caso se originó el 7 de julio, cuando la denunciante presentó la acusación que derivó en la detención de los rugbiers al día siguiente, cuando se disponían a viajar hacia Montevideo tras haber disputado un partido amistoso con Los Pumas.
Los jugadores permanecieron casi 40 días detenidos en la provincia y recuperaron su libertad condicional el 2 de septiembre, luego de que la recolección de pruebas debilitara la denuncia inicial.
A lo largo del proceso judicial, se detectaron contradicciones en los testimonios de la denunciante, según el análisis de la Fiscalía de Mendoza, liderada inicialmente por el fiscal Gonzalo Nazar.
El funcionario judicial sostuvo que los cambios en el relato de la mujer llevaron a la conclusión de que no existían pruebas suficientes para sostener la acusación contra Jégou y Auradou.
El abogado defensor, Rafael Cúneo Libarona, celebró la resolución judicial y subrayó que el fallo "salvó el honor de los jugadores y el prestigio del rugby francés". Además, anticipó que las familias de los deportistas evalúan iniciar una acción legal contra la denunciante por falsa denuncia.
“Queda a salvo el honor de los jugadores y el prestigio del rugby francés”, expresó Cúneo Libarona, quien insistió en que las pruebas demostraron la existencia de consentimiento por parte de la mujer en el encuentro con los jugadores.
A pesar del fallo a favor de los rugbiers, la querella tiene la posibilidad de apelar la decisión ante un tribunal de segunda instancia, lo que podría extender la resolución definitiva de la causa.