Por Natalia Marisol Caluva
El celular, en los jugadores de fútbol de corta edad, no beneficia sino que todo lo contrario, desconcentra al deportista en formación. La óptica desde la psicología, explicado por una profesional.
Por Natalia Marisol Caluva
Lic. En Psicología MAT:2326. Tec. en Acompañamiento Terapéutico.MAT:15669
Las tecnologías de la información y las comunicaciones han generado cambios e innovaciones que han influido significativamente, transformando la cotidianidad del ser humano. Estas nuevas formas de relacionarse, así como los patrones de comunicación han dado un giro total, el cual involucra diferentes ámbitos: laboral, familiar, educativo y deportivo. El papel del teléfono móvil es cada vez más relevante y su uso es cada vez más frecuente en nuestra sociedad, especialmente por parte de niños y adolescentes (lo usan más que nadie y seguramente mejor que nadie). Si bien es cierto que es una herramienta necesaria para la comunicación e información, es interesante remarcar la importancia de darle un uso adecuado para poder aprovechar todas aquellas aplicaciones que ahora traen consigo y que pueden ser de mucha utilidad en el ámbito interpersonal. No obstante, son numerosas las consultas que evidencian el mal uso y del uso abusivo del mismo.
Esta cuestión preocupa y genera una gran inquietud en los padres, docentes, entrenadores deportivos, profesionales de la salud, los cuales parecen desconcertados frente a esta nueva realidad que se les impone de manera abrupta. Estas nuevas formas de estar en el mundo demandan nuestras intervenciones como adultos.
Porque es cierto que la tecnología llegó para quedarse y no se trata de estar o no de acuerdo en su uso. Andrew Przybylski, señala al respecto: "Lo mejor es no tratar la tecnología como una 'caja negra'. Intentemos tratar esta actividad como ir en bicicleta, con sus riesgos y recompensas: hay que implicarse y elaborar una idea realista sobre lo que está bien y cuándo para los chicos". Es importante conocer sobre el tema, y poder adoptar una postura en tal sentido, filtrar, acordar en qué momentos y en qué horarios permitiremos el uso del celular. En el decir de los padres y/o educadores: "Tarea difícil", pero que sin duda alguna, vale la pena intentarla.
Estudios científicos han demostrado que el uso excesivo del celular genera gran dependencia y efectos perjudiciales en la salud y en las relaciones sociales. Considerar principalmente al tiempo y la atención empleada por los usuarios en sustitución de otras conductas o actividades, con la consiguiente pérdida de control, seria pensar en una conducta adictiva. Entendemos por conducta adictiva "cualquier tipo de conducta normal y placentera que tras un periodo de tiempo, provoca una pérdida de control en la persona. El sujeto sigue con esa conducta a pesar de que es consciente de las consecuencias negativas que conlleva. Adquiere una dependencia cada vez mayor de esa conducta, perdiendo cierta estabilidad emocional".
Para remediar estas cuestiones, los padres buscan diferentes alternativas, una de ellas es enviar a sus hijos a prácticas deportivas, o actividades recreativas para evitar el uso del celular. En consecuencia, es imperioso desde la primera infancia concientizarlos respecto a la importancia de realizar hábitos saludables. Numerosas investigaciones demuestran los beneficios tanto a nivel psicológico como social que produce la actividad física en los niños/adolescentes: entre ellos: mejora el estado de ánimo y la autoestima; reduce el riesgo de depresión, ansiedad y estrés; aumenta la autonomía y la integración social, la sociabilidad. Sumado a todo esto, y no menos relevante, los beneficios físicos que trae aparejado hacer ejercicios.
Atendiendo a todos estos beneficios, como profesional de la psicología, permítanme decirles que no hay recetas mágicas para hacer que nuestros "hijos", "educandos", dejen de usar de manera abusiva el celular, pero si me atrevo a ofrecérseles como posibles herramientas de comunicación, que pueden ayudarlos a tener un acercamiento más efectivo, y poder dialogar de manera constructiva con ellos: Poder ser empáticos: La empatía implica la capacidad de ver un asunto desde la perspectiva del otro, la capacidad de ponerse en su lugar, de meterse en la piel de la otra persona. Hoffman decía que "la empatía es una respuesta afectiva más apropiada para la situación de los demás que para la propia", digamos también que "en el equilibrio está la virtud". De tal manera este concepto nos permite posicionarnos desde otro lugar frente a esta problemática, impidiendo la imposición autoritaria respecto a la prohibición del uso del teléfono, sino que, mediante la generación de espacios de escucha y dialogo con los chicos, podemos fundamentar nuestra postura en tal sentido. Esto permitirá disminuir su resistencia, y obtener pequeños cambios. También es importante la aceptación, la cual implica la tolerancia a las diferencias ajenas, el aceptar que otras personas son diferentes y la capacidad para aceptar esto sin que nos sintamos amenazados. A partir de dicha aceptación, estamos reconociendo al otro como un sujeto, y ello nos permitirá negociar y llegar a un acuerdo. Pero para esto es importante cierta congruencia, sinónimo de autenticidad en el sentido de que se actúe sin dobleces, sin disociación entre nuestro pensar, sentir y actuar.
Aquí está el gran desafío al cual nos vemos instados como adultos, poder lograr una comunicación interpersonal efectiva, brindando mensajes claros, coherentes, directos y precisos.
Y la invitación seria entonces, que nos tomemos unos minutos para reflexionar sobre la manera que nos estamos comunicando con nuestros "hijos", "estudiantes", "deportistas" ¡Qué gran desafío, no!; poder volver la mirada sobre el mensaje que estamos dando en relación al uso del celular. En este sentido, considero que es importante realizar esta introspección, ser críticos de manera constructiva, para poder ver de qué manera nos estamos vinculando con ellos. "Seamos artesanos de nuestro vínculos con ellos", lo cual permite animarnos a ser creativos, empáticos, comprometidos con la tarea de ser educadores.
Poner el foco en la singularidad de cada uno, permitiendo la adquisición de autonomía en cierto sentido, siendo considerada la posibilidad de poder tomar las decisiones propias, en su actuar, con sus correspondientes responsabilidades. Se considera pertinente identificar tanto los aspectos positivos como los negativos relativos a la utilización del teléfono celular, y plantear estrategias que favorezcan a una cultura de responsabilidad, respeto a las normas establecidas. En cada ámbito "no podemos prohibir lo virtual, pero sí potenciar lo presencial, lo cual enriquece los vínculos; hacer que cada encuentro sea atractivo, propiciar un diálogo ameno, fluido, divertido. Potenciar lo presencial es la mejor manera de ayudar a los chicos a administrar lo virtual" (Bernardo Stamateas).