Novak Djokovic tuvo un exigente partido de segunda ronda en el Abierto de Australia ante el local Alexei Popyrin, a quien derrotó 6-3, 4-6, 7-6 y 6-3 en más de tres horas de actividad y en la siguiente instancia se enfrentará al argentino Tomás Etcheverry, quien despachó más temprano al francés Gael Monfils con un triple 6-4. El número uno del mundo elogió en conferencia de prensa a su próximo rival y aseguró que deberá tomar los recaudos pertinentes ante el platense.
"No le he visto jugar, pero sé que le ganó con comodidad a Andy Murray y a Gael Monfils, así que deberé hacer mi tarea. Fueron resultados sorprendentes, está jugando el mejor tenis de su vida en cancha rápida. Somos buenos amigos y fuera de la cancha nos llevamos bien, pero seremos rivales. Tendré que aprender de los partidos que hemos jugado, pero pienso que su nivel en canchas duras ha mejorado. Estaré preparado y listo para enfrentarlo", evaluó el serbio de 36 años, quien defiende su corona en Melbourne y buscará alzar su título número 25 en Grand Slams.
Este viernes, Djokovic y Etcheverry sostendrán el tercer duelo entre ambos en la historia. Los antecedentes anteriores marcan que el nacido en Belgrado se impuso ante el tenista argentino de 24 años en el Masters 1000 de París y Roma.
Luego de su triunfo ante Monfils que lo depositó en la tercera ronda de Australia, Etcheverry (no sabía que Djokovic sería su rival) expresó: "Estoy muy contento. Una alegría enorme, fue un partidazo. El ambiente fue muy bueno, muy lindo, lo que se vivió. Había hinchadas de los dos lados, había muchos argentinos y muchos franceses. No era fácil porque había mucha energía en la cancha. Pero creo que estuve muy bien, jugando un gran tenis y por eso conseguí la victoria. Pude hacer lo que venía haciendo los días anteriores y en los entrenamientos".
En otras de sus declaraciones, la mejor raqueta del planeta explicó sobre el duro partido frente a Popyrin. "No he jugado lo mejor posible, todavía estoy tratando de encontrar la forma. Especialmente en las primeras rondas juegas contra tenistas que no tienen nada que perder, mis oponentes en la primera y segunda ronda eran jugadores de gran calidad", remarcó Nole. Y continuó: "¿Puedo estar satisfecho? Puedo estarlo con la victoria pero no demasiado con mi tenis. Igualmente es normal atravesar este tipo de períodos. Hay que aceptarlo. Espero que las cosas mejoren a medida que el torneo avance".
Acerca del cruce con el aficionado, a quien Djokovic invitó a que le repitiera lo que le estaba diciendo pero delante de su cara, el serbio dio su versión en la conferencia de prensa: "No tolero que alguien cruce la línea. Eso es lo que sucedió. La gente toma algunos tragos supongo que porque es de noche. Tal vez eso tenga algún efecto en la forma en la que se comportan. La gente compra las entradas para vernos. Quieren divertirse, está permitido. Nunca pedí que expulsaran a nadie del estadio. Tampoco lo haría pero si alguien cruza la línea, se lo haré saber como hice con el muchacho hoy".
En cuanto a la actividad de los argentinos, además de la victoria de Etcheverry, Sebastián Báez (26°) venció al colombiano Daniel Galán 7-5, 2-6, 6-2 y 6-4 y chocará ante el italiano Jannik Sinner (4°) en tercera ronda. Por su parte, Francisco Cerúndolo (22°) cayó frente al húngaro Fabian Marozsán 7-5, 6-4 y 6-2, al igual que Nadia Podoroska, quien no pudo ante la estadounidense Amanda Anisimova por 6-2 y 6-3.
Histórico partido en el Australian Open: ganó tras 16 match points y un tiebreak de 42 puntos
El cuadro femenino del Abierto de Australia ofreció al mundo del tenis un acontecimiento sin precedentes. En la segunda ronda del torneo, la rusa Anna Blinkova consiguió la victoria más significativa de su carrera al vencer a la preclasificada número tres y ex campeona de Wimbledon, Elena Rybakina, por 6-4, 4-6 y 7-6 (20) en dos horas y 46 minutos en un partido que quedará grabado en la historia por su tie-break récord de 42 puntos.
"Gracias a la multitud por animarme, me alentaron mucho. Me dio mucha energía para luchar hasta el final", confesó una emocionada Blinkova en sus comentarios posteriores al partido. Y añadió: "Este día lo recordaré por el resto de mi vida". La tensión fue evidente no solo en los intercambios de la cancha sino también en las propias jugadoras. "Tuve tantos puntos de partido. Traté de ser agresiva, pero mis manos temblaban y mis piernas también. Intenté lo más duro que pude estar calmada y estoy súper feliz al final", afirmó la rusa como reflejo de la batalla interna que vivía mientras se encontraba tan cerca de lograr un hito en su carrera.
Anna, además, compartió su estrategia mental durante los momentos más críticos: "Me dije a mí misma que fuera sólida, que siguiera metiendo pelotas en la pista, y al final funcionó". Esta mentalidad le permitió no solo mantener el enfoque durante el extenuante tie-break, sino también cerrar un partido que para muchos ya es una hazaña histórica. El tenis femenino vive momentos de intensidad y calidad técnica, y encuentros como este sirven como testimonio del espíritu indomable de sus atletas. Con el triunfo en su bolsillo y un lugar en la próxima ronda contra la italiana Jasmine Paolini (26°).