(Enviado Especial a San Pablo, Brasil)
Durísimas declaraciones a El Litoral, en una semana donde en Argentina se habla de VAR y del lamento de no haber podido llegar a la final de la Copa. “En Sudamérica nos tratan de estúpidos y nos dan de comer caramelos de vidrio”, dijo el hombre que implantó una manera de dirigir en el fútbol argentino.
(Enviado Especial a San Pablo, Brasil)
Es una voz autorizada. Y no anda con rodeos. Va derecho al hueso, fiel a su estilo, como cuando dirigía. Con el amigo Néstor Clivati, nos trenzamos en un diálogo apasionante con Javier Castrilli, un ex árbitro que, en su momento, impuso un estilo y una manera de dirigir en la Argentina. Y que tiene mucho para decir del bochorno del martes.
-¿Cuál es su reflexión Javier, de todo lo que ha pasado?
-Fue tan grotesco que no se puede hablar de otra manera que no sea de que hubo manipulación. Acá no falló el VAR, no falló la tecnología, sino que fallaron los hombres. Y nos tomaron por estúpidos. Ningún humano puede desconocer que hubo faltas en el área de Brasil y dos penales que se ignoraron A Argentina le privaron de dos penales y vaya uno a saber por qué motivos no se los dieron. Y lo que es peor, vaya a saber uno por qué no se revisaron por el VAR las dos jugadas. Esa manipulación es de una gravedad supina.
-¿Cómo sería el Castrilli de hoy dirigiendo con el VAR?
-Absolutamente respaldado, seguro, tranquilo y confiado. ¿Sabés por qué?, porque estaría asistido por la tecnología y me liberaría por completo, saldría al campo de juego con una tranquilidad placentera. Distinto de mi época, donde hacíamos equilibrio sin red.
-Cuando habla de manipulación en la respuesta anterior, ¿se refiere a la corrupción?
-Sí, claro. Lo primero que piensa la gente es que estuvo todo armado para que Brasil pase. O sea que la gente cree que hubo corrupción, que alguien miró para otro lado y que si no se investiga debidamente, quedará en el inconsciente colectivo como un hecho de corrupción. Y todos los dirigentes estarán salpicados de corrupción, precisamente porque se viene de un proceso en el que todos se miran de reojo en Fifa.
-¿Es tan grave como usted lo dice?
-Es que venimos de un tiempo en el que el fútbol mundial estuvo teñido de corrupción, sus principales dirigentes están presos o investigados. Entonces, cualquier administración que quiera cambiar el fútbol, jamás podrá apañar lo que pasó en Brasil-Argentina. Todos, en tiempo real, pudimos observar las faltas. Y por eso, la gente tiene todo el derecho de pensar que hubo corrupción. Nosotros no tenemos que demostrar nada, son ellos los que deben demostrar a través de una investigación seria, que no hubo manipulación.
-¿Está al tanto de que se dijo que no había buena comunicación entre el VAR y el árbitro porque estaba Bolsonaro en el estadio y se complicaba por la seguridad hacia el presidente?
-Esa es una estupidez inadmisible para mí, nos toman por estúpidos al decir eso.
-¿Qué haría si fuese dirigente de Afa?
-En tiempo y forma hubiese presentado la queja, en la puerta del vestuario del árbitro y a la hora de terminado el partido. Segundo, como esto alcanza ribetes tan elevados, hacerle entender al mundo del fútbol que esto que le pasó a la Argentina, mañana le puede pasar a cualquiera. Y creo que también la Fifa debiera intervenir. Los dirigentes deben anticiparse y actuar antes de que el cadáver quede frio. Alguien se tiene que hacer cargo, porque esto no puede quedar impune. Y tercero, reclamar para que entre todos se evite que esto se repita.
-¿Quién manda con el VAR?, ¿el árbitro adentro de la cancha o los que están afuera?
-Yo lo vengo diciendo desde antes que se implemente el VAR. El protocolo está conceptualmente equivocado. ¿Por qué?, porque el VAR es reparador y debe estar por encima del árbitro. El árbitro de VAR está cómodamente sentado y mirando cinco o seis cámaras, entonces, mi pregunta es: ¿quién debe tener la supremacía en las decisiones?
-Por lo que usted dice, el árbitro del VAR…
-Es que debe ser el árbitro del VAR el que intervenga, porque si el árbitro principal está conceptualmente equivocado, mantendrá su error. Ya lo hemos visto en el Mundial de Rusia en la jugada de Chicharito Hernández adentro del área, cuando se lleva la pelota con la mano, que era penal. Y Pitana fue a observar la jugada y mantuvo su error. Esa omnipotencia hay que terminarla. El VAR debe funcionar como un tribunal de apelación, de casación, y darle al jugador la herramienta para que pueda pedir el VAR. Y el árbitro del VAR le tiene que decir al árbitro que cobre el penal. Y el árbitro debe cobrarlo. Es así.
-Lo que pasó el martes en el Mineirao, ¿viene en consonancia con lo que pasó en el resto de los partidos de la Copa América?
-En el partido que Chile le gana a Colombia, hay un gol que le anulan a Arturo Vidal. En esa jugada hay una mano de un compañero y una posición adelantada. ¿Se tenía que anular el gol?, ¡claro que sí! Pero debería haberse reanudado con un penal a favor de Chile, porque antes de que llegara el balón a Maripán, hay un jugador que hace girar a un chileno. Era penal. Lo que pasa es que se focaliza la atención en la jugada que están buscando, o sea que el árbol les tapa el bosque cuando debieran mirar toda la jugada.
-¿Hay diferencias entre Sudamérica y Europa con relación a este tema del VAR?
-Acá somos un mamarracho que no tiene explicación por el volumen de dinero que se maneja. Nos toman de estúpidos y nos hacen comer caramelos de vidrio, porque los argumentos son endebles. Con los contratos fastuosos que les sirven de bandeja en estos torneos, les sobraría dinero para que cada club implemente el VAR.
-¿Falta entrenamiento para el VAR?
-Sin dudas. A Uruguay le anularon tres goles y la realidad es que estaban en la misma línea y creo que ellos no pueden demostrar que por centímetros, Cavani, por ejemplo, estaba habilitado. El bochorno de Argentina-Brasil fue de una omisión flagrante del VAR. Eso infiere de que se está fallando. Muchos imbéciles me ponen que somos llorones en las redes sociales, a eso no lo puedo evitar. Pero para los que ponen el sentimiento de justicia, les digo que Fifa debiera tomar cartas en el asunto de manera urgente para que estas cosas se puedan revisar más rápidamente.
“Cualquier administración que quiera cambiar el fútbol, jamás podrá apañar lo que pasó en Brasil-Argentina". Javier Castrilli, ex árbitro internacional.