El Litoral
Este sábado, Roger Federer, considerado el mejor jugador de tenis de la historia, venció al australiano Nick Kyrgios por 6-1, 6-1 y 7-5 y accedió a los octavos de final. Pero la noticia fue la jugada del suizo, que se convirtió en la mejor en lo que va del torneo y una de las mejores del año. Su rival quedó boquiabierto.
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Con 37 años Roger Federer hace cosas impensables, al menos hasta antes de él. Este sábado, en su partido para acceder a los octavos de final del US Open, volvió a hacer magia.
Durante el tercer set, Kyrgios golpeó una pelota "dejada" y sacó a Federer de la cancha. Cuando la pelota estaba a 20 centímetros del suelo, el suizo, por afuera de la cancha, logró alcanzar la pelota y, al ver que no iba a poder pasarla por encima de la red, la metió por el costado y fue un puntazo para el de Basilea. El australiano jamás esperó que su rival pudiése pasar la pelota desde afuera de la cancha y al borde del segundo pique. Pero es Federer, y el punto es y será, sin dudas, el mejor del torneo.
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El partido
Con los dos dominando con su servicio, el primer set estuvo marcado por la paridad hasta el séptimo game, cuando Kyrgios dispuso de un 0-40 y cuatro oportunidades en total para quebrar el saque de Federer, pero el suizo las levantó.
La diferencia se dio en el décimo juego, cuando el ex número uno del mundo contó con sus ocasiones y no las dilapidó para quedarse con el primer set.
"Cuando estoy jugando contra él, siento que tengo adelante un jugador impredecible con un servicio enorme, que puede encenderlo cuando quiera. Eso hace que sienta que tengo que ser muy constante", explicó el suizo.
Frustrado por no haber tenido efectividad con su primer servicio en ese juego, Kyrgios sintió el impacto psicológico y lo pagó con dos roturas consecutivas que definieron el segundo parcial, con un Federer brillando a gran nivel, mejor que en el primer parcial.
El suizo estimó que se conjugaron tres factores para ello. "Los inicios del partido pueden ser rocosos y bajó el sol, con lo que ves mejor la pelota. Y también después de ponerte 1-0 te relajas un poco", indicó el cinco veces campeón de Flushing Meadows.
Con Federer afianzado con su servicio y al acecho para quebrar ante algún bache de Kyrgios se fue desarrollando el tercer set, con un punto que quedará para los resúmenes de fin de temporada. Después de un tiro corto del helvético, el australiano conectó una dejada que sacó a su rival de la cancha.
Sin embargo, el segundo favorito llegó y ganó el punto con un golpe que viajó a 20 centímetros del suelo y pasó por el costado de la red, ante el asombro de Kyrgios. La cara de sorpresa del australiano por lo que había visto graficó a la perfección la acción de campeón de 20 Grand Slam.
"Fue un accidente", dijo el suizo después del partido con una sonrisa, ya que aseguró que es imposible entrenar un golpe así.
"Definitivamente fue un golpe de los más diferentes. No tienes la oportunidad de ir por fuera de poste de la red con mucha frecuencia, porque en las prácticas no puedes entrenarlos realmente".
"La red es más ancha, así que para si intentas un tiro como este en una práctica, te encontrarás con una cerca y la golpearás en la red", remarcó.
Kyrgios también hizo referencia a la jugada más comentada del partido y a su reacción cuando perdió el punto.
"Estaba tratando de decirle que el disparo no había sido tan bueno", explicó después el oceánico con una sonrisa.
"No, fue casi irreal", añadió con mucho sentido del humor: "Casi que había llegado al punto en que quería que él comenzara a intentar tiros así, y finalmente lo conseguí. Estaba bastante feliz conmigo mismo".
Paciente, Federer esperó su oportunidad para quebrar, que finalmente llegó en el undécimo game, y después cerró el partido con su servicio sin inconvenientes para volver a colocarse en los octavos del US Open.
En una hora y 44 minutos de juego, Federer se instaló entre los 16 mejores, y se medirá con el australiano John Millman, que se impuso por 6-4, 4-6, 6-1 y 6-3 al kazajo Mikhail Kukushkin.