Miércoles 17.6.2020
/Última actualización 20:50
El Litoral accedió a un paper en el que se detallan las acciones adoptadas por el Banco Nación, en el último tramo de la gestión anterior, en el que se explican los motivos por los cuales se “disparó” la deuda de Vicentin con la entidad crediticia nacional. El trabajo también pretende dar respuestas a muchas de las críticas que han sido formuladas al accionar de Javier González Fraga como titular del BNA.
En el escrito se detalla cómo la deuda creció notablemente durante el gobierno de Cristina Fernández (en un 88 por ciento) y que en el período 2016-2018 el incremento de deuda registrado, según el Banco Nación, fue de un 33 por ciento.
En junio de 2018 la empresa accede a una línea por 300 millones de dólares (en 2013 era de 170 millones de dólares) y se mantiene congelada hasta diciembre de 2019.
Un hecho interesante se produce en julio de 2019 ya que no se produce la renovación de la línea crediticia. ¿Por qué?. Según se apunta en el trabajo, porque “excedía el límite de fraccionamiento de riesgo que aconseja el BCRA. El motivo de este exceso fue la fuerte reducción del capital del BNA de U$ 4.500 millones a U$ 1.500 millones entre 2017 y 2019 producto de: a. Transferencias al Tesoro nacional por el equivalente de casi U$ 3.000 millones, votadas en las Leyes de Presupuesto 2018 y 2019” además de la fuerte devaluación del peso producida en abril de 2018.
Un elemento técnico que se aporta es que cuando se habla de “nuevos préstamos en el 2019” es porque “contabilizan en pesos”. Es que producto de la devaluación de 30 a 60, la deuda pasó de .000 millones a .000 millones de pesos. También, “los 74 nuevos créditos“ se refieren a renovación ante la cobranza de cada exportación.
El documento recuerda que en agosto de 2019 se iniciaron conversaciones con Vicentin para encuadrar su línea, consistente en “la tramitación de un Seguro con COFACE por U$S 100 millones; ampliar la garantía hipotecaria con otra planta; e iniciar una gradual reducción de la deuda cuando la estacionalidad comercial lo permita, es decir a partir de noviembre 2019”.
Finalmente, el escrito señala la repercusión negativa que tuvo el resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en la relación del Banco Nación con Vicentin ya que “se desarrollan una serie de eventos que afectan seriamente a muchas empresas, pero especialmente a Vicentin:como la devaluación del 45%; la elevación del riesgo país de 600 a 2000 puntos; la caída de depósitos en dólares en la banca argentina, y consecuente restricción crediticia; y el temor de la imposición futura de retenciones, consecuentemente detonando una corrida de productores pretendiendo vender sus acopios en estas empresas”.
En la interpretación de los hechos, se considera que “estas circunstancias, agravadas por la presión del BNA de pretender reducir la deuda de la empresa con el Banco llevaron a la paralización de pagos del 4 de diciembre”.