El jefe del Palacio de Hacienda, en un columna publicada en la revista Argentina en Foco que edita la embajada argentina en los Estados Unidos, explicó que “sostenibilidad significa tener una deuda que pueda pagarse y que esté bajo control: las deudas inafrontables no pueden pagarse ni en Argentina ni en ningún otro lugar. Sin embargo, incluso antes del Covid-19, la devaluación, las altas tasas de interés y el bajo crecimiento hicieron que nuestra trayectoria de deuda se saliera de control”.
El ministro exhortó a la buena fe para solucionar el problema de la deuda y expresó: “Por nuestra parte, buscaremos impulsar el crecimiento económico y comprometernos a administrar las finanzas públicas para generar un equilibrio primario”, escribió Guzmán para luego añadir que “los inversores internacionales obtendrán una tasa de interés más alta que en sus países, una tasa que también sea consistente con las perspectivas de crecimiento de la Argentina”.
Guzmán advirtió que “algunos acreedores buscan significativamente más. Pero tales demandas son inconsistentes con lo que incluso el FMI, que también es un acreedor importante, define como sostenible”.
En otro párrafo, el ministro menciona que “nos hemos comprometido inquebrantablemente a salir de esta crisis siendo honestos tanto con nosotros mismos como con nuestros acreedores. Los escenarios de pago que hemos construido requieren un período de alivio para permitir la recuperación económica y la reconstrucción de nuestras posibilidades de generar ingresos. No está claro de qué manera la pandemia afectará las proyecciones económicas a mediano y largo plazo, pero hemos asumido que el crecimiento estará en línea con la trayectoria histórica y hemos utilizado estimaciones realistas del crecimiento de las exportaciones”.
El ministro de Economía estima que “los bonistas pueden elegir entre reconocer los desafíos históricos y buscar nuevas formas de avanzar, o insistir caprichosamente en plazos de pago de la deuda con poca visión de futuro que parecen proveer retornos rápidamente pero que en realidad solo debilitan a los países deudores y socavan su capacidad de pagar deudas. Las exigencias insostenibles solo dan lugar a resultados insostenibles”.