Desde el inició de la gestión de Javier Milei, devaluación del 54% mediante, el BCRA acumuló reservas por US$1930 millones. “El sinceramiento en el valor del tipo de cambio introduce un factor nuevo e importante: el incentivo a la producción y a la exportación y un desincentivo a continuar incrementando artificialmente las importaciones. Una mejora genuina de la balanza comercial será un motor imprescindible en el proceso de recuperación del nivel de reservas internacionales líquidas del BCRA”, expuso la entidad que preside Santiago Bausili.
Como contracara del fenómeno, y mientras se analiza emitir billetes de $20 mil o $50 mil, cuando la Casa de Moneda tiene deudas impagas para importar billetes, la administración libertaria debe inyectar pesos en el mercado: $1,7 billón que alimenta la inflación de los próximos meses. El presidente prometió “congelar” la cantidad de dinero; aún resta saber desde cuándo lo hará. Mientras tanto la inflación es el motor de la licuadora tanto de la deuda del Tesoro y del BCRA, como de salarios y jubilaciones. Algunos precios -casos aislados- han comenzado a encontrar su límite ante un mercado que no los convalida. El “overshooting” llevó los precios más allá del alcance de la demanda, dólar incluído. La divisa parece haberse calmado por el momento, pero el riesgo de espiralización no ha desaparecido.