El ministro de Economía, Martín Guzmán, llegará mañana a los Estados Unidos para reunirse con autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) y continuar las negociaciones por la deuda en el marco de la reunión anual del organismo multilateral y el Banco Mundial.
Según pudo saber la agencia NA, el titular de la cartera económica también tendrá en su agenda encuentros con presidentes de bancos centrales e inversores en Nueva York.
En el Gobierno consideran que si bien se debe "seguir avanzando" en las negociaciones con el Fondo y "faltan cuestiones por trabajar", se dieron hasta el momento "pasos importantes".
Las reuniones con el Fondo Monetario se darán en un contexto de tensión, dado que la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, es acusada de haber favorecido a China cuando era directora del Banco Mundial (BM), para que el gigante asiático quedara mejor posicionado en un informe llamado "Doing Business".
Días atrás, se presentó ante la cúpula del FMI por esa cuestión y hasta el Tesoro de los Estados Unidos exigió "defender la integridad" de esa institución multilateral.
Georgieva, de buen diálogo con Guzmán, rechazó las acusaciones y debió dar explicaciones ante el board del organismo dominado por los países del G7 y en el que Estados Unidos tiene poder de veto.
La situación no sólo representa una situación compleja para el organismo, sino también para el Gobierno de Alberto Fernández, porque un reemplazo de Georgieva significaría un paso atrás en las negociaciones.
Para el Ejecutivo, la actual directora gerente es una aliada de la Argentina, en un momento clave porque se deben renegociar los 45.000 millones de dólares de deuda que se tomó durante la gestión de Mauricio Macri.
Tras la presentación ante las máximas autoridades del Fondo, la junta de 24 miembros expuso que "sigue comprometida con una revisión exhaustiva, objetiva y oportuna, y espera volver a reunirse pronto para seguir discutiendo".
Mientras tanto, el Gobierno apunta a las sobretasas, la cuestión por la que, según remarcó, todavía no se cerró el acuerdo.
A su vez, Guzmán, afirmó que los intereses aplicados por el FMI a los créditos "desestabilizan" la economía e impiden la recuperación de los países, por lo que reiteró su pedido de reducirlos.
"Las cargas de la deuda insostenibles impiden que los países establezcan caminos de recuperación y crean una dinámica económica y social desestabilizadora", señaló el ministro.
Guzmán consideró que "la mayoría de los países, cuando realizan reestructuraciones de deuda soberana, no obtienen el alivio de carga necesario para restaurar la sostenibilidad" de sus economías.