El sacerdote entrerriano radicado en Filipinas, cuyo paradero se desconocía, apareció sano y salvo en las últimas horas.
Familiares de Osvaldo Metz, quien se encuentra misionando en ese archipiélago, informaron que el hombre envió un mensaje a través de Internet y les informó que no se pudo conectar antes porque las comunicaciones están colapsadas.
El sacerdote, de 59 años, reside en la isla Bohol, a casi 120 kilómetros de donde el viernes pasó el ojo de Haiyan.
Los familiares de Metz revelaron que en ese lugar se registró hace tres semanas atrás un terremoto de más de siete puntos, que causó graves daños y destruyó gran cantidad de viviendas.
Metz vive en las Filipinas desde hace un año y desde la madrugada del jueves no se tenía ninguna noticia de su paradero.