La Argentina ratificaba hoy ante el juez de Nueva York, Thomas Griesa, la decisión de no cancelar la deuda que tienen en su poder los denominados holdouts o “fondos buitres”. Se estima como argumento principal la presentación que realizó el país ante la Cámara de Apelaciones, que ordenó a los bonistas dar cuenta de sus pretensiones para el cobro y a la Casa Rosada ofrecer una forma de pago.
La Argentina le pidió a la Cámara de Apelaciones que reúna un plenario y revea la decisión, bajo el argumento de que un fallo a favor de los fondos buitres atenta contra la estabilidad del sistema financiero internacional.
La Cámara de Apelaciones le reconoció a los “fondos buitres” la potestad para cobrar el mismo monto que se acreditaron aquellos acreedores de la Argentina que ingresaron al canje de deuda. Los “fondos buitres” presentaron ante Griesa su pretensión de cobrar 1.300 millones de dólares.
Hoy vencía el plazo para que la Argentina ofrezca ante este magistrado su propuesta de pago, pero la argumentación del gobierno buscaba extender los plazos amparándose en la presentación previa ante la instancia superior.
La Argentina debe encontrar una salida a esta situación antes de diciembre cuando tenga que hacer frente a compromisos de la deuda regular, ya que en caso de depositar los fondos en las cuentas de Estados Unidos para luego girar las cancelaciones, éstos podrían ser embargados.