Con la reestatización de Aerolíneas Argentinas, en un plazo máximo de 60 días, el gobierno de Cristina Fernández habrá cerrado un ciclo iniciado hace dieciocho años, cuando la Administración de Carlos Menem concretó la privatización de la compañía aerocomercial "de bandera", a manos de un consorcio encabezado por la española Iberia.
En los dos próximos meses se deberá establecer el valor real de los activos de Aerolíneas y Austral para determinar el precio de las acciones de ambas compañías, que registran deudas por 890 millones de dólares.
Creada en diciembre de 1950 por el primer gobierno de Juan Perón (Decreto 26.099) Aerolíneas Argentinas resultó de la previa incorporación al Estado, en mayo de 1949, de las sociedades mixtas de aeronavegación Alfa, Fama, Zonda, y Aeroposta Argentina.
En noviembre de 1990 la todavía estatal española Iberia y un grupo de socios privados argentinos (Pescarmona, Riva y otros) pasaron a operar Aerolíneas Argentina Sociedad Anónima, ARSA. Poco después desertaron socios locales e Iberia inició su propio proceso de privatización.
Con altibajos económicos y operativos, sucesivos planes de inversión anunciados para ARSA quedaron en el camino, e incluso la compañía se vio descapitalizada por la vía de la venta de activos en aviones.
En octubre de 1998 se incorpora oficialmente a ARSA como socia la estadounidense American Airlines, que presenta otro "plan de negocios", que resultó en la pérdida progresiva de rutas internacionales y otros activos.
Al borde de la quiebra, a principios de 2001 se hace cargo de la empresa la Sociedad Estatal (española) de Participaciones Industriales (SEPI).
En octubre del mismo año el Estado español decidió transferir la compañía al grupo empresario Marsans -de fuerte desarrollo en la actividad turística- a un precio simbólico, pero con el respaldo de 800 millones de dólares para afrontar deudas y compromisos de inversión.
La empresa atraviesa un Concurso de Acreedores en 2003 pero el Estado argentino, en su condición de socio minoritario, observa y no aprueba los balances de la compañía de 2003 y 2004.
La relación entre el gobierno nacional y el socio mayoritario Interinvest (Marsans) registra desde esos años tensiones casi permanentes, en un contexto complicado, además, por denuncias y reiterados conflictos con los gremios que nuclean al personal de la empresa.
En este contexto, en abril de este año el accionista mayoritario de Aerolíneas, remarcó su "deseo de argentinizar al máximo la compañía sin perder las oportunidades y conocimiento de negocio que puede aportar el Grupo Marsans".
En mayo Aerolíneas informó sobre una reunión de su accionista mayoritario, Gonzalo Pascual Arias (Marsans) con el empresario local Juan Carlos López Mena (Buquebús), en la cual convinieron iniciar negociaciones, luego frustradas, para el ingreso de este último como nuevo socio en la compañía aérea.
El 17 de julio el gobierno anunció que Aerolíneas Argentinas y Austral volverán a manos del Estado argentino en un plazo de 60 días, durante el cual el Gobierno y Marsans resolverán el valor real de los activos de ambas compañías.
El Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, refirió que las dos compañías serán puestas en valor y capitalizadas. "Luego veremos si transferimos o no parte del paquete accionario al capital privado", señaló.
El accionista principal reveló luego ante el Juzgado que entiende en la Convocatoria de Acreedores de Aerolíneas que el pasivo de esta compañía mas Austral es de 890 millones de dólares.
El ministerio de Planificación dispuso en las últimas semanas fondos para el pago de haberes atrasados de los trabajadores, y para salvar costos operativos -repuestos, combustible, leasing de equipos- para que estas empresas sigan volando.
DYN