Ayer, en horas del mediodía, en la última jornada de la conciliación voluntaria entre los empresarios y los trabajadores del servicio público de pasajeros (que finalizó sin acuerdos), Daniel E. Vidal, socio gerente de 7 de Marzo SRL, pateó el tablero: presentó un escrito en el que anuncia que desde la hora cero del sábado 8 su empresa “cesará en la prestación de los servicios de la Línea 9 y de la Línea 15 Bis que oportunamente fueran otorgados con permisos precarios de explotación por vuestra Municipalidad. Debe darle el carácter a esta nota de renuncia formal a los derechos emergentes de tal situación jurídica”.
Así, se agravó una situación ya complicada, en la que hasta ahora no pudo mediar una propuesta económica realizada por el Ejecutivo local, consistente en la exención de impuestos municipales y provinciales, más un monto complementario (no exclusivo) de los subsidios nacionales.
Duras palabras
En su nota, Vidal le dice al intendente que sus razones “son harto conocidas por vuestra gestión porque les han sido comunicadas a vuestros funcionarios de manera constante y consecuente, y obedecen claramente a la deliberada política de desfinanciamiento de las empresas de capital local que Ud. lleva adelante con fines que seguramente pronto conoceremos. Sin perjuicio de lo dicho suscintamente se las enumero: 1) desconocimiento de la tarifa que correspondía en marzo del corriente cuyo estudio de costo la ubicaba en $ 1,75 (el aumento otorgado la ubicó en $ 1,50 de manera arbitraria y sin sustento); 2) aumento de las franquicias sin compensación alguna (vg. el boleto universitario); 3) incremento de los costos que como ejemplo vale mencionar el de los combustibles (de $ 0,42 a $ 0,5948), o el que las unidades de $ 250.000 pasaron a $ 335.000; 4) los salarios con un incremento de $ 510, condicionados por subsidios que no fueron recibidos, etc. etc.”.
La misiva prosigue en los más duros términos: “Pero la certeza de vuestra intención la tuvimos cuando ante la presentación que efectuamos en fecha 19/08, sólo obtuvimos negativas al tratamiento de actualización de las tarifas (vale la pena recordar que dicho estudio, arrojaba un déficit de $ 0,23 por boleto retroactivo a marzo y de $ 1,91 a partir de septiembre), lo que desembocó en la imposibilidad de afrontar las obligaciones salariales pactadas, las medidas de fuerza del sindicato (agravando la situación por la pérdida de ingresos) y la finalización en el día de hoy (por ayer) de la conciliación voluntaria dictada por el Ministerio de Trabajo, sin que vuestra parte realice el más mínimo esfuerzo para contribuir a aliviar la situación”.
“La recurrente falacia de vuestro discurso -agrega el empresario- queda expuesta de manera patética cuando el intendente de Rosario expresara días atrás que el costo del boleto en dicha ciudad debía ubicarse en $ 1,90, lo que nos libera de mayores comentarios siendo de público y notorio que allí se transportan un 40 % más de pasajeros y se perciben un 30 % de subsidios que en Santa Fe.
“A los fines de no causar perjuicio a la población, ponemos a vuestra disposición por un plazo de 90 días de manera gratuita las unidades afectadas a los servicios públicos de las líneas que hoy dejamos. De necesitarlo, no tenemos inconveniente en cooperar con la asistencia técnica de los mismos. Acompañamos a la presente los estudios de costos a los que hiciéramos referencia y le informamos que copia de la presente le será remitida al secretario general de la UTA.
“Por haberlo omitido involuntariamente, le aclaro que la pérdida mensual que arroja la explotación de ambas líneas se ubican en torno a los $ 220.000 mensuales”.