—Los vecinos de Santo Tomé reclaman que se levanten las barreras para descomprimir el tránsito del puente Carretero. La empresa dice que puede hacerlo si la provincia los compensa económicamente. ¿Ustedes que responden?
—Que es la frazada corta. Si nos tapamos la cabeza, nos descubrimos los pies. Si ustedes analizan el aumento, el 16 por ciento no sigue las pautas inflacionarias que hemos tenido en cualquier otra cosa. Consideramos muy especialmente la cuestión de los accesos secundarios, y no tienen la misma variación que deberían haber tenido en función de la modificación de los precios que ha habido. La provincia no tiene posibilidades de hacer esto (levantar las barreras). Por otro lado, todos los estudios que hemos hecho demuestran que con las demoras que tiene el puente carretero y aun con una serie de factores como la semaforización compleja que tiene Santo tomé que se podría mejorar, sigue siendo más rápido y más económico para quien anda en automóvil ir por el puente, porque lo otro es una vuelta bastante importante con un consumo de nafta marcado. No es tan diametralmente opuesta una cosa con la obra.
—Pero es así como se colapsa el puente... -advirtió El Litoral.
—Bueno, pero se le podría agregar un tercer carril al puente. Los técnicos dicen que se puede hacer una tercera mano con la estructura como está.
—Pero con las motos y bicicletas que transitan a diario allí no pareciera factible...
—Ahí hay otra dificultad, que son los carritos y que retrasan la velocidad. La velocidad de toda vía de comunicación la determina el vehículo más lento. En este sentido ahí hay otra cuestión que es los que circulan con tracción a sangre -insistió-. Esperaremos que la Nación haga lo que tenga que hacer y empiece con la construcción del puente nuevo.