Sábado 5.11.2022
/Última actualización 15:22
Aromas y sabores dominaron los pasillos de la escuela San Roque durante toda la semana. Provenían del gimnasio, donde había montados numerosos puestos de comida con variados menús. Estaban a cargo los alumnos de quinto año del secundario que, como parte de las prácticas educativas de cierre de año, se convirtieron en socios de "cantinas saludables".
Los recreos resultaron en un banquete saludable. Entre clase y clase, sus compañeritos de la escuela se acercaron a comprarles las preparaciones. Aunque, ellos los esperaban con una advertencia: solamente vendemos alimentos sanos. "No hay nada de caramelos, chupetines, masitas ni sándwiches. Pero tenemos riquísimos muffins de banana con chocolate, yogur y licuados con frutas y cereales, panqueques, wraps y tartitas de verdura", remarcaban los jóvenes, orgullosos por el éxito que tuvieron.
Protagonistas. Las frutas fueron el ingrediente principal de las preparaciones dulces, así como las verduras en los menús salados. Balance. Las ganancias en parte quedaron para ellos y el resto a un fondo común para que solventar el proyecto el año que viene. Crédito: Guillermo Di Salvatore.La iniciativa es parte de un trabajo institucional que la escuela n°3015 implementa con el objetivo de articular los distintos conocimientos adquiridos a lo largo de toda la trayectoria educativa. En el marco de la asignatura Orientación en Contextos Laborales, los 72 estudiantes que integran 5to año, debieron formar una empresa de producción de alimentos saludables. Así, uniendo las modalidades de Economía y Administración y Ciencias Naturales, tuvieron un primer acercamiento al mundo laboral y aprendieron sobre nutrición.
Juan Pablo Bertola, director del secundario, comentó que en años anteriores ya venían trabajando bajo esta modalidad de proyecto integrador, pero que este año se decidieron por la alimentación saludable para integrar a las dos modalidades con las que cuenta la institución. "Los chicos se Ilevan muchísimos aspectos positivos de esta actividad, porque afianzan lazos con sus compañeros y refuerzan los conocimientos adquiridos, incorporando información la alimentación saludable, aprendizaje del trabajo cooperativo, el respeto por el rol que cumple cada compañero, el valor de la responsabilidad, el cumplimiento de las normas en un puesto de trabajo como tiempos, organización, vestimenta acorde".
La cocina fue cedida por la parroquia, para que los chicos realicen las preparaciones con comodidad, usando todos los elementos de higiene necesarios. Crédito: Gentileza. Además, reparó en la función de la escuela secundaria en la preparación de los jóvenes para cuando terminen sus estudios obligatorios: "Los chicos nos demandan abrir nuevos espacios de participación. Y creemos que con esta actividad les brindamos a los estudiantes no solo la posibilidad de consolidar y ampliar saberes teóricos sino también alcanzar una idea más acabada a los ambientes de trabajo".
Validación de saberes
El trabajo comenzó a principios de septiembre, donde se formaron los grupos. Carolina Weber y Lucía Ferrero, profesoras de la materia de Orientación, explicaron la metodología de trabajo: "Cada empresa estuvo compuesta por varias áreas (producción, marketing, Economía, higiene y seguridad, entre otros), por lo que cada uno tuvo que asumir el compromiso de llevar a cabo lo función que le tocó".
Balance. Las ganancias en parte quedaron para ellos y el resto a un fondo común para que sus compañeros puedan solventar parte del proyecto el año que viene. Crédito: Guillermo Di Salvatore.Asimismo, explicaron que se trabajó de manera interdisciplinaria las dos orientaciones, aplicando los conocimientos adquiridos. En todo el proceso fueron acompañados por docentes de las distintas áreas y asignaturas del colegio. En Economía, Administración, Contabilidad trabajaron cuestiones sobre cómo elaborar un presupuesto, calcular costos de los insumos, hacer un balance. En Biología, Química, Salud y Ambiente los ayudaron en el estudio y la composición de los alimentos para saber cuáles son saludables y a aprender a combinarlos.
A los mismos fines, contaron con charlas de profesionales en Emprendedorismo y Nutrición, quienes los capacitaron en aspectos técnicos en cada especialidad. Y también tuvieron asesoramiento sobre seguridad alimentaria y manejo seguro de alimentos, teniendo en cuentas las disposiciones del Código Alimentario.
Cada grupo tuvo que aplicar estrategias de marketing en su stand. Crédito: Guillermo Di Salvatore.Como si fuera poco, los jóvenes también desarrollaron conceptos de Comunicación. Si bien no tienen una materia específica, aplicaron su creatividad en el diseño logotipos de cada empresa, crearon sus propias redes sociales y hasta pusieron códigos QR a cada stand. En el proceso, recibieron la ayuda de todos los docentes de 5to y del área de informática de la escuela.
Como última etapa, los estudiantes deberán realizar el informe final describiendo todo el proceso, mostrar los números de los productos vendidos y hacer una autoevaluación del trabajo en equipo, recibiendo las devoluciones de los diferentes profes.