A pocas horas del partido más importante que tiene la ciudad de Santa Fe, Adrián "Chupete" Marini y Hernán "Cabezón" Cámara charlaron con El Litoral para palpitar una nueva edición del clásico. Uno vistió la camiseta sabalera y fue importante en la historia de este tipo de partidos. El otro jugó tan solo uno con la del tatengue pero de manera muy intensa.
Adrián Marini y Hernán Cámara. El recuerdo de la década del '90 y la previa de hoy. Unidos por un mismo fin: "Por un clásico en paz". Crédito: Luis Cetraro
El domingo a la 1 de la tarde no volará una mosca en la ciudad de Santa Fe. La tensión se cortará con una cuchara. En las adyacencias del Brigadier López todo será una fiesta, las banderas y los cánticos gobernarán las calles. En los barrios tatengues, solo se escuchará el sonido de los televisores y las radios, más ese aliento a distancia. La ciudad de a poco se va preparando. Los hinchas, a esta altura ya tienen todo preparado. Uno enciende el fuego para el asador, el otro lleva la carne y los restantes ponen sobre la mesa el vino y las cervezas. Pasan los días y a los fanáticos les empieza a ganar ese "no se qué" en el estómago, algo que solo puede producir un clásico de fútbol de alto impacto.
De cara a lo que será una nueva edición del clásico Santafesino, El Litoral tuvo el enorme privilegio de charlar sobre las sensaciones previas y algunas que ya pasaron, con Adrián "Chupete" Marini, reconocido ídolo sabalero y con Hernán "Cabezón" Cámara, referente tatengue que vistió su camiseta entre los años 1993 y 1995.
Con varios clásicos en su recorrido como futbolista, "Chupete" palpita la previa: "El clásico es importante como siempre en Santa Fe, porque estos días se esperan más que nada por el hincha, que juega su propio partido. Eso es lo lindo del fútbol, el folclore y que el resto lo brinden los jugadores. Espero que no haya disturbios ni problemas, porque el hincha de Colón lo viene padeciendo bastante" expresó.
Por su parte, Hernán "Cabezón" Cámara quien fuera parte del plantel de Unión en la década de los 90, también vive el clásico como un hincha más: "Coincido con Adrián, lo lindo es el folclore del fútbol que se vive en estos partidos. Sería espectacular que estén las dos hinchadas. Lamentablemente, en Argentina hoy no se puede, y eso le quita un poco de color. Tengo fe de que en algún momento se pueda volver a la época de las dos hinchadas. Pero no tengo dudas de que el marco va a ser importante. Además los dos equipos están bien en el plano internacional y eso le da otro condimento, más allá de que en el torneo local vienen siendo irregulares. Ojalá salga un gran partido", dice.
Los clásicos como jugadores
Adrián Marini jugó muchos clásicos con la camiseta de Colón. La página dorada en la historia de "Chupete" en los clásicos se escribió en la temporada 93-94, cuando ambos militaban en el Nacional B. En la última jugada de un partido que tuvo a Unión ganando desde el inicio, Marini aprovechó un rebote de un córner para mandar la pelota a la red y darle el triunfo al sabalero. No obstante, ya sabía lo que era anotarle a Unión. Ya lo había hecho un año antes, en una gran victoria de Colón como visitante en el 15 de Abril por 2 a 1.
Así lo recordaba: "Los recuerdos desde la infancia de los clásicos de inferiores son de lo mejor. La semana previa esperando el partido entrenabas a full para poder estar citado, porque sabías que era el partido. La noche anterior concentraba en mi casa, me imaginaba jugadas, lustraba los botines, algo que hoy no existe, pero la he pasado muy bien en juveniles. Cuando fui creciendo tuve la suerte de ser profesional y jugarlos en Primera. Tuve la oportunidad de convertir goles, una sensación extraordinaria. He pasado muchas cosas en el club, buenas y malas. Pero creo que me tocó una de las mejores, porque Colón empezó a crecer en el fútbol y en los clásicos, que de hecho no perdí ninguno. Me acuerdo de todos los detalles de cada uno que jugué", cuenta.
El "Cabezón" Cámara hizo inferiores y jugaba 6ta. división donde salió campeón con la camiseta de Unión. Después de 2 años entre reserva y la Liga Santafesina, llegaría la oportunidad de integrar el plantel profesional: "Yo empecé de grande en Unión cuando estaba 6ta. división, no pude arrancar de más chico. Pero si tuve la suerte de jugar un clásico, jugué varios en Liga e inferiores. Jugar un clásico en Primera es lo máximo, esa noche previa te preparabas y pensabas, después las cosas pasan o no. Siempre cuando me tocaba Colón sabía a lo que me enfrentaba. Había que prepararse de otra manera y estar atento a todo. Todos esos recuerdos son imborrables. Lo que he vivido, trato de contárselo a los chicos de estas generaciones, que tomen el ejemplo de que, con constancia, responsabilidad y condiciones se puede llegar, lograr cosas...", relata.
Junto a Juan Gervasoni, hincha de Colón. En Kalcomax, lugar donde se realizó la charla con los referentes de Colón y Unión. Crédito: Luis Cetraro
De los pantalones cortos, a los largos
Ninguno de los dos se alejó del fútbol. Por un lado, Adrián es quien comanda la reserva de AFA de Colón, un cargo importantísimo. Hernán, es parte del plantel del Deportivo Agua FC y con 49 años sueña con regalarle el ascenso al club liguista. Ambos coinciden en que hay que formar y educar a los chicos.
A raíz de esto, "Chupete" dice: "Es linda la sensación de dirigir la Reserva de AFA y más en un clásico. Ya van varios en el lomo, pero la primera vez fue una emoción inexplicable. Tenía hasta ganas de jugar (risas). Sobre todo hay que estar tranquilo, analizar el partido, al rival y comunicarle a los chicos lo que uno quiere, tratar de llevar a cabo lo que entrenamos en la semana. El DT, es el principal, tiene que estar tranquilo, el fervor, la euforia se tiene que controlar y hay que estar con los pies sobre la tierra. El camino es tratar de aconsejarlos y que lleven una vida ordenada. Y tratar de brindarle lo mejor desde lo futbolístico, para que tengas todas las herramientas necesarias a la hora del debut", analizó.
Un poco más alejado de la cuestión profesional se ubica Hernán, pero nunca pierde de vista su principal objetivo: "Como DT debuté en el '99 en San Cristóbal en inferiores mayores con los hermanos Calvet. Lo más reconfortante es que los chicos aprendan de uno, a través de las experiencias que viví para que puedan hacer su camino hacia un futuro. Hoy los jóvenes tienen otro tipo de distracción, antes las redes no existían, no le dan tanta importancia a las prácticas. Hay que tratar de inculcarles que como se entrena se juega, que se lo tomen enserio. En los clubes de Liga es mucho más difícil, porque no hay tanta competencia. Cuando entrenabas a nivel profesional sabías que no podías flaquear porque te comían el puesto", aseguró Cámara.
Por una fiesta en paz
Claro está que los dos tienen su corazón pintado de color distinto y que querrán que su equipo sea el ganador. Pero, en lo que sí coinciden, es en el pedido del público en general cada vez que el tradicional choque entre clubes santafesinos se da en la ciudad: que sea en paz.
El deseo de "Chupete" es claro: "El clásico es para disfrutarlo, más allá de que muchos lo toman con mucha intensidad. Es un partido de fútbol, obviamente que todos quieren ganar, pero principalmente que vayan con muchas ganas a alentar a su club. Esperemos que sea un partido tranquilo y que sea una alegría para los que estén presentes".
Hernán, observa y asiente con la cabeza a cada palabra y reafirma "La paz es todo, tiene que ser una fiesta. No deja de ser un partido de fútbol, se gana, se empata o se pierde pero no más que eso. Los jugadores tienen que tratar de serenarse y transmitir eso a la tribuna, para que estén tranquilos y se dediquen a alentar al equipo. Ojalá sea una fiesta y que gane Unión (risas)".
El clásico de Reserva
El partido en la divisional reserva estuvo lleno de polémicas y mucho picante. Los gestos de Gómez y Schlisting, la agresión hacia el arquero Masuero y el tradicional tumulto de los jugadores. A raíz de esto, Marini reflexiona: "Lo que pasó fue una ocasión que a los chicos se les salió la cadena. Pero se les habla, son jugadores semi-profesionales y esas cosas no pueden suceder. Al rival siempre hay que tenerle respeto, y también a tu grupo. No podés dejar por una irresponsabilidad con un hombre menos a tu equipo. Más allá de eso los chicos hicieron un gran partido. De los errores se aprende, y mejor que les pase ahora para que no se repitan estas cuestiones cuando les toque subir a primera. Los entiendo porque uno está con la sangre a mil, pero hay que tener cabeza para saber qué hacer en esas situaciones".