Jueves 15.6.2023
/Última actualización 14:39
Javier Burin es un pianista y compositor de Buenos Aires que, con solo 22 años, ya logró un espacio destacado en la escena musical. Comenzó su formación en el Instituto Musicarte XXI y se graduó en la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola. Además, estudió piano clásico y jazz, disciplina que lo llevó a tocar en diversos clubes y a colaborar con varios artistas argentinos. Actualmente, presenta su disco “Escenarios”.
Foto: Lucas LarravideEs la primera propuesta discográfica de Burin en formato trío, junto a Juan Cava, en batería y Esteban Freytes, en bajo eléctrico y contrabajo y reúne ocho obras instrumentales. Tres composiciones propias, cuatro standards, con arreglos originales, y una obra especial, titulada “Intersticio”, que fue compuesta por Freytes.
“Escenarios” aparece desde “la necesidad de dejar plasmado en un disco mi trabajo de los últimos dos años como compositor y arreglador. Poder darle un marco y una forma a la música que venía tocando, escribiendo y desarrollando con este trío, y poder empezar a difundir de esta manera mi visión del jazz, mi approach a los standards y también mi pluma, la manera que tengo de escribir y desarrollar mis composiciones”, señaló el músico en una entrevista concedida a este medio.
-¿Cómo seleccionaste las obras para incluir en el álbum? ¿Qué podés decirnos de “Intersticio” compuesta por uno de los integrantes del trío, Esteban Freytes?
-Mi idea con la música que está incluída en este álbum fue poder reflejar con total sinceridad lo que soy como músico. En cuanto a los standards, creo que son parte de la tradición del género, y me resultó muy interesante poder trabajar sobre estas obras intentando darles un nuevo significado, y adueñándome de ellas, por así decirlo; hacerlas míos, darles mi impronta. Con respecto a las composiciones, creo que con ellas logro expresarme de una manera única, que la palabra no me permite. Logré decir cosas que encuentro dentro mío y que tal vez no sabía que estaban ahí ni siquiera. Dos de ellas están dedicadas, una a Chopin (PF) y la otra a un queridísimo amigo, y baterista (Wengro), lo cual tiene muchísimo significado para mí. Con respecto a “Intersticio”, ya había sido grabada en el primer disco de Esteban, “Ventana al Caos”. Es una composición que realmente me encanta, que se ensambla y mimetiza muchísimo con la música que yo propuse para el disco; es una atmósfera introspectiva y un poco dramática que me pareció perfecta para cerrar este álbum.
Foto: Lucas Larravide-En el disco, mencionás una gran exploración rítmica y elementos armónicos relacionados con el mundo jazzístico y académico. ¿Podrías profundizar en cómo abordaste estos aspectos en tu música?
-Hice un gran trabajo en el diseño rítmico del disco. En él confluyen muchos tipos diferentes de compás (7/8 en Night & Night y PF, 3/4 en Navidad y Wengro, o el 9/8 de Beautiful Love), y me parecía muy importante y entretenido laburar cada una de éstas métricas a fondo, buscar distintas maneras de pensar el mismo compás, utilizando diferentes claves rítmicas para las secciones de los temas y resignificando así la métrica utilizada. Los standards están re-armonizados (es decir que no son las armonías originales de los temas, sobre todo en Night & Night, y Moment's Notice, aunque también hay cositas en Beautiful Love) y el mundo académico, sobre todo relacionado a la escuela clásica, aparece constantemente en el tipo de arreglos, por ejemplo con la utilización de contrapunto (distintas melodías que juntas forman algo más grande) y la elección de algunos tipos de acordes que tienen más que ver con el mundo clásico que con el jazz. Debo decir que realmente hay mucho respeto por la tradición, el swing, y el repertorio jazzístico. Nos parece fundamental (y hemos trabajado mucho) la interacción dentro del trío y el abordaje de la improvisación de una manera muy atenta y con una escucha constante, reaccionando en tiempo real a lo que van proponiendo los demás.
-¿Cómo describirías el sonido general y la atmósfera que querías crear con “Escenarios”?
-Creo que es un sonido moderno, y relajado, aunque también por momentos salvaje e hiperactivo donde lo que más nos importó es el ensamble del trío, por sobre el destaque individual de cada músico. El sonido del grupo no existiría sin Juan Cava y Esteban Freyes, y son ellos los que le dan vida a mi música de una manera increíble. La idea del disco es justamente crear distintos “escenarios” musicales para poder explorarlos e interpretarlos, cada uno con sus propios matices, partes, dificultades y estímulos, y creo que cada pieza tiene algo que la distingue mucho de las demás, sin por ello perder la congruencia entre una y otra.
Foto: Lucas Larravide-¿Qué esperas que los oyentes experimenten al escuchar el disco? ¿Qué mensaje o sensación te gustaría transmitir con tu música?
-Creo que mi música habla por sí sola, y lo que más me interesa es que el oyente pueda disfrutar de las obras que con tanto ímpetu creamos. Salir de la vorágine de lo cotidiano, meterse en un mundo de improvisación y juego aunque sea por un rato; lograr así conectar con algo que fue creado por y para la música en sí. Este disco está dedicado a todas las personas que disfrutan y sienten la música (el jazz sobre todo) con tanta emoción como yo y mis colegas lo hacemos. Lo que más me importa es lograr que aunque sea una persona se sienta atravesada por este material, y pueda conectar, aunque sea brevemente, con el arte en sí.