Mauricio Dayub y el inesperado vínculo con el crítico de El Litoral que marcó su destino
El actor contó cómo el crítico teatral Jorge Reynoso Aldao jugó un papel fundamental en su decisión de abandonar la carrera de Ciencias Económicas para seguir su verdadera vocación en las tablas, a principios de los ‘80. Una conexión que emerge en el contexto de las discusiones sobre el impacto de la 'Ley Ómnibus' en el mundo cultural.
Mauricio Dayub se emocionó mientras recordaba la historia en la charla con El Litoral. "El equilibrista" y "El amateur" lo mantienen activo en la actualidad. Foto: Archivo
El actor Mauricio Dayub nació en Paraná, pero vivió en su juventud en Santa Fe, donde su vocación se forjó definitivamente en la movida del teatro independiente, que en los años 80 era caudalosa en la ciudad. Hace algunos días, en el marco de las discusiones y debates que se generaron en torno a la llamada “Ley Ómnibus” del gobierno nacional y su impacto en la actividad cultural, Dayub defendió enfáticamente el rol del Fondo Nacional de las Artes. Lo hizo a través del repaso por su propia historia, pero el dato curioso es que la misma involucra a quien fuera durante muchas décadas el crítico de teatro de diario El Litoral, Jorge Reynoso Aldao. Quien cumplió un rol fundamental para que Dayub pudiera, finalmente, abrazar su vocación. En medio de la intensa agenda que tiene que cumplir en estos días producto de las funciones que realiza en la costa atlántica y en Buenos Aires con “El amateur” y “El equilibrista”, el actor accedió a recordar los detalles de esta anécdota para este medio.
En los 90, cuando ya triunfaba con "El amateur". Foto: Archivo
Todo arranca hacia 1983, cuando Dayub estudiaba Ciencias Económicas en Santa Fe. Había rendido mal por cuarta vez una de las materias más importantes de la carrera. Fue en ese momento cuando observó un gesto del profesor, como de resignación, que sin palabras le decía: “aunque quisiera, no lo puedo aprobar”. Ese movimiento de cabeza del profesor resultó una especie de símbolo para Dayub. “Yo no podía más, pero tampoco estaba pudiendo el profesor. Me di cuenta que tenía que tomar una decisión”, explicó.
Dayub en 1999, cuando obtuvo el premio Estrella de Mar. Foto: Archivo El Litoral
Mauricio ya venía haciendo teatro desde muy joven, había intervenido en varias obras y esta situación le sirvió para dar el paso que necesitaba: ir a estudiar teatro a Buenos Aires. Sin saber demasiado (en ese momento no existía Internet para buscar datos) eligió como maestro a Carlos Gandolfo. “Elegí muy bien, pero debo confesar que en ese momento fue porque me parecía que sonaba bien el apellido”, expresó entre risas. Era una decisión complicada, la apertura hacia un nuevo capítulo de la vida cuyas páginas no sabía muy bien cómo iba a escribir. Con otro condimento: para muchos de sus colegas (entre ellos un Dady Brieva pre “Midachi”, que lo iba a reemplazar en la obra que estaba en escena en ese momento) la gente del “palo” del teatro, su experiencia iba a ser una especie de punta de lanza. “Todos miraban a ver qué me iba a pasar a mí. Era la esperanza del resto. Si me iba bien, se abría un panorama para muchos otros”, contó Dayub.
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Vocación y preguntas
Antes de irse definitivamente a Buenos Aires, fue a la facultad para pedir el certificado de las materias que tenía aprobadas, con la esperanza de que le sirviera para conseguir algún trabajo en Buenos Aires. Y se encontró con que, desde la institución, se negaban a cumplir con el trámite. “No entendía por qué y entonces pedí hablar con la persona responsable, la jefa de Bedelía. Me hizo pasar a su oficina y me preguntó, cómo increpando, porque quería el certificado. Yo dije que era porque dejaba la facultad y me preguntó los motivos. Le contesté: ‘porque tengo otra vocación y quiero desarrollar otra actividad, que a mí me gusta, el teatro. ‘¿Dónde la va a desarrollar?’, me dijo. Y le contesté ‘en Buenos Aires’”.
El crítico Reynoso Aldao, fallecido en 2012. Foto: Archivo El Litoral
Entonces, Dayub se llevó una sorpresa: la mujer expresó un conocimiento respecto a su labor en el teatro que había realizado hasta ese entonces. “Me nombró todas las obras que yo había hecho y hasta me preguntó si era consciente que iba a romper un grupo”, recordó el actor. También nombró a varios actores santafesinos que habían probado suerte en la capital argentina y no les había ido del todo bien. “Me llamó la atención que, estando en Ciencias Económicas conociera tanto desde el ‘palo’ del teatro. Resultó ser la esposa de Jorge Reynoso Aldao”. Referencia necesaria: Reynoso Aldao era por entonces, el crítico de teatro de Diario El Litoral, rol que tras su jubilación cumpliría por muchos años Roberto Schneider.
Dayub junto a Osvaldo Neyra y el crítico Roberto Schneider. Fue en 1999, cuando presentó su libro en Santa Fe. Foto: Archivo El Litoral
No obstante, Dayub siguió firme en su decisión de estudiar teatro en Buenos Aires. A las pocas semanas, sobrevino una nueva situación desconcertante: recibió una carta del Fondo Nacional de las Artes donde le otorgaron una beca para estudiar en Buenos Aires. “Empecé a averiguar cómo sabían que me iba a ir a Buenos Aires y me enteré que el delegado del Fondo Nacional de las Artes de Santa Fe era Jorge Reynoso Aldao”. Acceder a ese, por otra parte módico, monto de dinero, le permitió a Dayub pagar alrededor de diez meses de clases de teatro con Gandolfo en Buenos Aires. Como dato de color, otro de los becarios de Santa Fe era Marcos López, hoy un fotógrafo reconocido a nivel internacional. Más allá del monto otorgado (que en poder adquisitivo actual sería del orden de los 300.000 pesos aproximadamente) a lo que Dayub le asigna más valor es a la obligación que le llegó aparejada. “Yo tenía que ir a pagar todos los meses al Fondo Nacional de las Artes. Y la persona que había firmado el subsidio, cada cuatro o cinco meses, me llamaba y me preguntaba cómo me estaba yendo y si me servía lo que estaba haciendo”.
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“Corazón caliente, mente fría”
Con los años, Dayub se convirtió en un actor reconocido. Y tuvo un reencuentro con Reynoso Aldao. Fue cuando llegó a Santa Fe para presentar un libro. Allí estaba presente el antiguo crítico teatral de El Litoral. “En un momento tuve que hablar. Lo vi sentado a Reynoso y le quise agradecer. No pude, por la emoción. Cuando terminó, me acerqué a él para pedirle disculpas. Le dijo ‘Jorge, perdóneme, le quise agradecer, pero no pude’. ‘Hizo muy mal ', me contestó. ‘Un actor tiene que tener siempre el corazón caliente, pero la mente fría’”. Reynoso Aldao falleció en 2012, a los 91 años de edad. Pero la historia tiene un capítulo más: hace 10 años, Dayub contó esta anécdota en una entrevista con el periodista Andy Kusnetzoff. Los productores, con la ayuda de Roberto Schneider desde Santa Fe, lograron hacer contacto con Dorita, la esposa de Reynoso Aldao. Salió al aire y ahí Mauricio Dayub pudo agradecerle por el papel que ella y su marido habían cumplido en su vida.
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