Cuini Amelio Ortiz (desde Berlín)
Cuini Amelio Ortiz (desde Berlín)
Este año el febrero de Berlín es sin nieve, tampoco hace demasiado frío, pero cae una llovizna permanente y fastidiosa que invita a ir al cine y no querer salir mas de allí. Así que la Berlinale es mas que nunca el lugar ideal donde refugiarse. ¿Acaso no es el cine el mejor refugio?
Esta Berlinale cuenta con propuestas sumamente interesantes, y en su programa promete alcanzar un equilibrio estimulante entre el humor y el drama.
El film que inauguró la competencia es un drama oscuro: “Small Things like these” (Pequeñas cosas como estas) dirigido por Tim Mielants, con el magistral Cillian Murphy haciendo el roll de Bill Furlong, un comerciante de carbón en un pueblo irlandés en 1985, quien es un hombre de pocas palabras y profunda dedicación familiar.
Un encuentro/descubrimiento en el convento de la pequeña comunidad lo enfrenta a su propio pasado y a la silenciosa complicidad de una sociedad que prefieren mirar para otro lado antes de enfrentar el riguroso poder de la iglesia católica. Todo es cupo en este film, nada hace alusión a la “isla verde” llamada Irlanda. El carbón, el barro, el hollín en los muros, todo es oscuro y denso como el silencio, omnipresente y amenazador. Buen cine, que hace doler. Dejé la sala con ganas de tomar una fuerte bocanada de oxígeno, afuera me esperaba la llovizna de Berlín así que entré de inmediato a la siguiente proyección.
En la sección de Forum se presentó “Reas”, un film argentino dirigido por Lola Arias, de gran singularidad y mucho humor. Se trata de una propuesta bastante arriesgada ya que es un formato mixto, entre el documental, la ficción y el musical, generando un espacio en el que ex internas de una cárcel de mujeres reproducen en escenas sus historias y sus sueños con tanto de música y color.
El otro film del día en competencia es “La cocina”, una producción Mejico-USA firmada por Alonso Ruizpalacios quién en la Berlinale del 2014 ganó el premio a la mejor opera prima con “Güeros”. La propuesta es realmente estupenda: contar una historia desde la cocina de un grill en New York en la que trabajan inmigrantes mayormente sin documentos… y un día falta dinero en la caja! Pedro, (Raúl Briones Carmona) que es el sospechoso número uno tiene planes realmente radicales para desequilibrar el trabajo en la cocina del grill. Sorprende y encanta este último trabajo de Ruizpalacios, un film importante que cuenta historias de nuestro tiempo que es bueno se conozcan.
Se verán filmes de sitios remotos, de conocidos veteranos como André Techiné, de formatos innovadores, de (y sobre) mujeres. Espero una Berlinale llena de sorpresas y espero también que pare esta llovizna infinita!
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