Gisela Mesa
El cantante y compositor brindó en entrevista exclusiva. El músico charló sobre su destacada trayectoria, su infancia -con paso por el sur santafesino- y sobre sus proyectos musicales.
Gisela Mesa
Cuando hablamos de Ignacio Copani inmediatamente se nos viene a la memoria los temas “Lo atamos con alambre” o “Maldito Serrat”, y es que sin duda este trovador de destacada trayectoria ha sabido crear hits que permanecen en la reminiscencia de los argentinos.
El cantautor brindó una entrevista a Mirador, en la cual hizo un recorrido de su infancia, del barrio donde creció y de esa gran influencia musical que es su madre, llegando a la actualidad en este contexto de pandemia.
Cabe destacar que el músico, todos los domingos a través de su canal YouTube (www.copani.com.ar) brinda un show musical con nuevos temas y también la oportunidad de trasladarnos en el tiempo con un repertorio de viejos temas.
Orígenes, infancia
-Contanos de tu infancia ¿Cómo la recordás?
-Mi infancia fue espectacular. Una niñez hermosa repartida en algunos territorios, en un pueblo al sur de Santa Fe, departamento de Villa Constitución, en la barrial gigante que es La Matanza, en la provincia de Buenos Aires, donde además viví desde los seis hasta los 18 años. Mi infancia está transmitida en la mayoría de mis canciones: “Éramos tan felices que no nos dábamos cuenta”, en “Chupetines de acuarela”. Fue una infancia con una familia bastante atípica en su composición. Crecer en casas de puertas abiertas, jugar en la calle, de esas cosas que podía surcar un niño en la década del sesenta.
-Se dice que el barrio es pertenencia, sus calles, sus esquinas. Hablanos del barrio donde creciste.
-El barrio que más atesoro es Ramos Mejía, el que está en La Matanza, un barrio típico donde yo fui espectador del progreso, en esa bisagra que me permitió la vida de la misma manera que los progresos tecnológicos, los cambios de pasajes, las calles cortadas. Tengo lindos recuerdos de ese barrio.
Desde abajo con la música
-¿Cómo fueron tus comienzos con la música? ¿Tu mamá fue una influencia musical?
-Mis comienzos en la música precisamente fueron en esos barrios, obviamente que primero que todo en mi casa porque es donde había mucha música, como vos destacás en la pregunta, porque mi mamá fue una gran influencia. Mi madre abandonó su carrera de cantante de coplas españolas en la década del 50’, antes de que yo naciera, pero había tenido mucho brillo junto con mi tía en las Mellizas Castillas que encabezaban compañías españolas del flamenco en el teatro avenida y que llegó a hacer incluso una película con Hugo del Carril, que se llamaba Surco de Sangre. Así que sin dudas, la verdadera artista de mi familia es mi vieja. Hasta hoy, cuando hay una reunión familiar, yo quedo reducido a ser el guitarrista de mi madre y nadie me pide una canción mía.
“A los ocho años empecé a ir a una academia de música donde aprendí a tocar la guitarra y luego iba rindiendo en el conservatorio los exámenes todos los años y así estuve varios años, después tuve otras capacitaciones más específicas. Puedo recordar que la primera vez que me pagaron por un recital. Tenía 17 años en un club de Ramos Mejía, que se llamaba el Sol de Don Bosco, y luego prácticamente mi carrera comenzó a partir de 1979 en México, allí empecé a dar mis primeros pasos y verdaderamente a vivir de esto”.
-En tus discos, más allá de la carga ideológica y de la poesía, hay hits. Como compositor, ¿qué sentís cuando la gente te recuerda con “Lo atamo' con alambre”?
-Lo de los hits... Es una cosa que lamentablemente a veces es necesaria para poder mantener la carrera, porque este es un oficio que se sostiene cuando tenés algún interlocutor de lo que vos hacés, y en ese sentido haber tenido muchas canciones conocidas en mi carrera me permitió vivir de eso, pero fundamentalmente manifestarme y poner en mi vocación lo más alto que me dio esto que es mi esfuerzo. “Lo atamos con alambre” fue mi primera canción que se hizo conocida, creo que por el efecto sorpresa, cualquier canción de mi repertorio, si hubiera tenido la chance como la tuve yo gracias a salir en el programa de televisión de Juan Alberto Badía, que se llamaba Badía y compañía.
Tiempos difíciles
-¿Qué tiempos vive la canción de autor?
-La canción del autor vive un tiempo malo, la verdad, parecería una especie en extinción porque bueno, ya te dije mi opinión de lo que pensaba de la comunicación, y si bien no es obligación de la compañía de discos alentar a la canción de autor, sí debería serlo de las entidades de cultura y realmente poco hacen a nivel nacional provincial municipal para permitirle al León Gieco de 20 años que deje de pedalear y que enfoque su trabajo más en hacer mejores canciones de autor que reflejen las cosas que nos ocurren.
Educación pública
-¿Cómo fue tu experiencia en la educación pública?
-Fue verdaderamente buena, hice casi toda la primaria en la educación pública. Además tengo el orgullo de que mis tres hijas han ido al colegio nacional de Buenos Aires que es muy prestigioso. Dos de ellas estudiaron en la universidad pública. Es uno de nuestro orgullo, que tenemos en la argentina la educación pública.
Los anti cuarentena
-¿Qué pensás de la gente que no cree en este virus y decide salir a la calle sin barbijo o no respetar los protocolos?
-Sobre la gente que no cree en este virus he hecho una gran cantidad de estrofas en mi canal de YouTube con las canciones del “pelotudo asintomático”, “los anti vacunas”. Siempre soy propositivo, entonces tengo mi canción del barbijo como si fuera la promoción de una prenda muy necesaria, dando el consejo de que si la propaganda pudo hacer que paguemos por un pantalón roto, por qué no vamos a ponernos un barbijo y buscarle la forma de que nos quede un poco más elegante. ¿Y los que no respetan? No puedo entender cómo hay gente tan insensible, pero también recalco que ha sido una dinámica impuesta desde los medios hegemónicos para que esta gente crea eso.
-¿Cuál es la historia que subyace en “Faiser”?
-La verdad que no sé, porque yo hice una canción que no tiene ningún juicio de valor con la Pfizer. Lo único que hice fue componer una canción de alguien que tiene una obsesión que no quiere dialogar en nada y se desactualiza permanentemente. Lo he dicho y soy la primera persona en decirlo: que venga la vacuna que tenga que venir, que me siento orgulloso de que se produzcan ahora las vacuna en nuestro país.
-¿Creés que la pandemia ha agudizado nuestras contradicciones?
-Podría ser, lo que sí se estiró y se hace más profunda son nuestras diferencias en las prácticas. Los poderosos están más poderosos, los débiles estamos más débiles y la perspectiva solamente puede cambiar desde la política, la transformación puede venir solo desde la política de la misma manera que en nuestra Constitución. Está muy claro que el pueblo delibera a través de sus representantes, en el Congreso, en las asambleas, en los Concejos deliberantes y la única manera de hacer más racional el reparto de los recursos y de las riquezas es con políticas públicas.
Política
-¿Qué opinión te merece la situación política, social y cultural en nuestro país? ¿Y cómo está gestionando el gobierno Alberto Fernández la situación sanitaria?
-De la situación político social podríamos hacer un súper análisis, pero también hay que entender que no se puede hacer ninguno de esos muestreos de pensamientos que puede tener uno, sacándolo del contexto que es la pandemia. A los diez minutos de asumir Alberto Fernández le tocó enfrentarse a una catástrofe mundial y la enfocó con seriedad, con las personas y las entidades que podían llevarnos a un manejo solamente a la solución a este drama que no lo pueden solucionar ni los países del primer mundo. Así que en principio mi apoyo es absoluto, porque soy un trabajador de la cultura, orgánico de un pensamiento no de un partido, sino de un pensamiento. Soy peronista y me siento orgulloso.
-¿Qué proyectos a futuro tenés?
-Seguir con mis recitales, que los hacemos desde nuestra página que es www.copani.com.ar y desde nuestro canal oficial de YouTube, donde pueden escuchar todos los domingos temas nuevos y temas viejos.