La ilustradora y escritora Gabriela Burin publicó “Así es mi mamá”. Es un libro álbum que muestra, desde la óptica de una hija pequeña, a una mujer cuyo vínculo con el rol de madre rompe los estereotipos. “La idea era mostrar una maternidad posible dentro de todas las maternidades posibles”, aseguró la autora.
Gentileza Fondo de Cultura Económica El personaje principal del libro fue construido por la autora a partir de muchas maternidades que tiene cerca. Tiene un poco de mi mamá, algo de mí misma en ese rol y también de la mamá de una amiga de la infancia , contó.
Gabriela Burin es principalmente ilustradora, pero también se dedicó a escribir sus propios textos. “Así es mi mamá” es su segundo trabajo como autora integral (es decir, dibujó y redactó) y fue editado por Fondo de Cultura Económica. Con humor y sobre todo con creatividad cuenta la relación entre una hija con su madre, una mujer que está completamente en las antípodas de los estereotipos. “A veces los libros surgen a partir de imágenes, a veces a partir de palabras. Éste surgió a partir de la premisa de mostrar otras maneras posibles de ser madre”, explicó la autora en diálogo con este medio. “Trabajé de manera simultánea imágenes y textos, que fueron dialogando entre sí”, añadió.
Una mujer a contracorriente
-¿Cómo apareció ese personaje de la mamá, que funciona como eje del libro?
-Es una construcción de muchas maternidades que tengo cerca. Tiene un poco de mi mamá, un poco de mí misma como madre y también tiene mucho de la mamá de una amiga de la infancia que tenía muchas de las características de la mamá del libro. Exuberancia, inmensidad, grandiosidad. Eso está presente en el libro y lo veía de chica en la mamá de mi amiga. Fue un pequeño homenaje porque la señora falleció hace un par de años y me gustó mostrarla. Me parecía interesante mostrar, más allá de una madre, a una mujer que disfruta de su ser mujer más allá de su ser madre. Una mujer con otro tipo de intereses. Está fuera de los estereotipos de belleza, pero se la ve siempre disfrutándose a sí misma como mujer. Otra cosa que me parecía importante era mostrar que no estoy hablando de todas las madres sino de este personaje en particular. Traté de terminar con las categorías totalizadoras de “todas las mamás somos de tal manera” o “si soy madre tengo que ser de esta manera”. La idea era mostrar una maternidad posible dentro de todas las posibles. El libro va en contra de la idea de generalizar.
D.R.
Ojos de niño
-Jugás mucho con la mirada infantil. Sintetizás muy bien los sentimientos de los hijos hacia las madres. ¿Cómo fue esa construcción? ¿Te basaste en tus propias experiencias como hija y como madre?
-Un poco de cada cosa. Por un lado están mis recuerdos de niña, de cómo miraba yo a mi mamá. También cómo siento que mi hija me mira por momentos a mí. La idea era reflejar la cantidad y variedad de sentimientos que hay en la relación entre niños y niñas con sus madres y de las madres con sus hijos. Que no siempre es sólo amor. Está presente el amor, pero también hay asombro, rechazo, enojo y curiosidad. No quise mostrar sólo la parte rosa.
-Eso que proponés recuerda en parte a Roald Dahl. Muchas veces hay un extrañamiento por parte de los chicos respecto al mundo de los adultos.
-Dahl es un gran referente para mí. Lo leía de chica y ahora se lo leo a mi hija. Me resulta interesante cómo muestra esta mirada de los niños, no desde algo infantilizado, sino que les da entidad y los valida. Eso es algo importante a la hora de contar para chicos. Mostrar esa mirada y darles importancia. No por ser niños sus sentimientos dejan de ser complejos. A veces son incluso más complejos que los de los adultos.
Guiños
-A lo largo del texto colocaste varios guiños dirigidos al público adulto ¿Cómo se dio eso?
-Hay algunos pequeños guiños para que los adultos se sientan identificados con algunas cuestiones. En un momento, por ejemplo, está presente la obra de Frida Kahlo mientras la madre se depila el bigote. Son guiños dirigidos al mundo adulto, a la vez que hay cosas en el libro con las cuales se van a reír más los grandes que los chicos.
D.R.
-Otra cosa llamativa es cómo este personaje de la mamá se mueve por la vida sin importarle demasiado lo que piensan los demás.
-La madre es muy diferente a los modelos y estereotipos de belleza que solemos tener. Y no parece importarle mucho la mirada de los otros. El tema es como vivimos las diferencias, si las padecemos o las disfrutamos. A esta mamá la vemos apropiándose de esas diferencias y disfrutándolas. El mensaje es que hay que tratar de disfrutar sin que nos importen las miradas ajenas.
Bologna
Ilustraciones de Gabriela Burin fueron elegidas para ser expuestas en la Feria del Libro Infantil de Bologna, que tendrá modalidad virtual. “Son un de un libro que salió el año pasado, que se llama ‘Cualquier verdura’ (Editorial Ralenti) con textos de Nicolás Schuff. Las seleccionaron para una exposición de ilustraciones internacional que se desarrolla en la Feria de Bologna. algo que les dará mucha visibilidad a nivel mundial”.