Eruca volvió a los escenarios para seguir presentando las canciones de “Seremos Primavera” junto a “Día mil”, su último single: pasarán por la provincia los días 12 y 13 de noviembre, en Rosario y Santa Fe respectivamente. De los aprendizajes de este tiempo y la gestación del nuevo material habló la bajista Brenda Martin con El Litoral.
Gentileza Nora Lezano Estamos con muchísimas ganas de hacer música: incluso para componer estamos con ganas de juntarnos en la sala, de zapar , cuenta Brenda.
Eruca comenzó días atrás su regreso a los escenarios: comenzó en el Teatro Ópera de La Plata y seguirá con shows en diversas localidades de Argentina. El desembarco en Rosario se producirá el viernes 12 de noviembre, en La Sala de las Ares (Suipacha y Güemes), mientras que el sábado 13 será el turno de Santa Fe capital, en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572).
Para entrar en esta nueva etapa de la banda, El Litoral conversó con Brenda Martin (bajo y voz), un tercio de la fórmula que se completa con Lula Bertoldi (voz y guitarra) y Gabriel Pedernera (batería y coros).
De regreso
-Están volviendo a girar, después de un tiempo que se prolongó, tanto por la pandemia como por situaciones personales, como fue el nacimiento de Milo (el segundo hijo de Lula). ¿Cómo fue retomar la disciplina de juntarse a ensayar, y cómo se siente el volver a tocar juntos?
-Se siente muy bien, creo que el espíritu de todo es que esta situación termine y pase. Y ojalá que esta apertura que hay ahora de los lugares con sus protocolos y sus cuidados funcione bien, y que permanezcamos así: estamos como para un norte mejor. Porque está esa incertidumbre siempre de decir “esperemos que salga todo bien y no volvamos atrás” como ya nos pasó el año pasado: pudimos hacer un par de shows a principio de año, pero después se volvió a cerrar todo. Ahora con la situación de la vacuna tenemos una tranquilidad muy diferente, y muchísimas ganas de volver a viajar y a tocar. Con mucha expectativa de todos estos shows; creo que la gente también está con un espíritu muy fuerte de salir a pasarla bien, a compartir, a escuchar música en vivo.
Hacia adentro, cuando empezamos a juntarnos nos fuimos descontracturando de a poco: al principio se sentía raro empezar a juntarnos físicamente; siempre disfrutándolo un montón. Ahora creo que ya estamos empezando sentirnos como antes: de decir “nos juntamos con tranquilidad, sabemos que está todo bien; ensayamos, tocamos y estamos con muchísimas ganas de hacer música: incluso para componer estamos con ganas de juntarnos en la sala, de zapar”. Que era algo que por ahí antes, cuando compusimos “Seremos Primavera”, un poco se nos había cambiado el rumbo porque nos daba más ganas de componer en estudios, con una compu. Ahora ya no queremos ver más la compu: nos queremos juntar, tocar, zapar, y hacer música. Así que calculo que este finde que ya largamos con las giras lo vamos a re disfrutar.
-Ya estaban podridos de la computadora.
-La verdad que sí: todo virtual, tocar a la distancia... Es toda otra experiencia: por suerte tuvimos las herramientas y los medios para poder seguir haciendo lo que nos gusta, le encontramos la vuelta y lo disfrutamos. Pero por supuesto que no hay nada como estar en una habitación, tocando en sincro y escuchándonos. Creo que no te estoy contando nada que no lo haya experimentado otra persona: estuvimos así en todo el planeta. Así que con muchas ganas de hacer música orgánica.
-Hablando de “Seremos Primavera”, volver a los escenarios también implica tocar esas canciones. Es el disco más innovador en cuanto a instrumentación y arreglos, y el que seguramente menos trajinaron en vivo. ¿Cómo fue ajustar eso también?
-Lo tocamos solamente dos veces en vivo: lo presentamos a principios de este año, en el Mandarine Park (en realidad fueron dos shows, fue en doble turno), y lo mismo hicimos en La Plata. O sea que ya lo tocamos cuatro veces: sí, fue muy poquito. Estuvo bárbaro, lo disfrutamos un montón: cuando hicimos la primera noche en Mandarine Park, la primera vez que lo tocamos, fue increíble; nos tocó un día espectacular al aire libre con la luna sobre el río, en la Costanera de Buenos Aires.
Fue una alegría enorme poder estar haciendo esas canciones después de más de un año de salido el disco. Y además con canciones con un par de años de gestación. Ahora vamos a armar un repertorio con “Seremos Primavera”, pero también con otros temas. Y ya tenemos para presentar “Día mil”, la canción que salió hace poquito.
Cuando hicimos el disco no nos limitamos en las herramientas que usamos, pensando que después lo íbamos a tener que interpretar en vivo: “Hagamos lo que salga y de última, si alguna canción no se puede tocar en vivo, no la hacemos”. Pero la verdad que las adaptamos muy bien: fue todo un desafío también interpretar otros instrumentos; ahora agregamos un controlador para hacer algunos pianos en vivo, o algunos pads para percusiones o sonidos más electrónicos que fuimos metiendo en la producción del disco. Y creo que está sonando muy cerca de cómo quedó “Seremos Primavera”. Está bueno porque nos gustan los desafíos, y es un disco que nos llevó un tiempo prepararlo para hacerlo en vivo.
Ahora en estas semanas estamos juntándonos para ensayar, para sonar bien ajustados en los próximos shows, con el desafío de “Día mil” por delante: que en la grabación tienen unas congas, así que tenemos que adaptarlo al formato trío.
Gentileza Belén Asad El trío en el video de Día mil , dirigido por Belén Asad: un aporte al cambio social desde los márgenes posibles de una canción.
El trío en el video de “Día mil”, dirigido por Belén Asad: un aporte al cambio social desde los márgenes posibles de una canción.Foto: Gentileza Belén Asad
En dos tiempos
-¿Cómo fue el proceso de composición y grabación de “Día mil”?
-Este fue un tema de esos surgidos a la distancia: es como un collage de una idea que Lula había propuesto para “Seremos Primavera” y que había quedado afuera. Cuando empezamos este año a tener ganas de componer agarré esa idea que estaba dando vueltas y le agregué otra parte. Es una colaboración entre dos ideas separadas, porque no estábamos en la misma sala cuando la hicimos.
-Le agregaste las partes más rapeadas.
-Lula había planteado la parte del “baje la vara” y las estrofas, y yo le agregué el estribillo. Después le fuimos dando la forma: se la devolví a mis compas para que ellos también la vayan trabajando, Y ahí empezamos a maquetear las estructuras. Jugamos entre la parte A y la parte B, estrofa y estribillo, Y en función de eso le fuimos buscando la forma que más nos gustaba.
Después, al momento de escribir la letra, en esa parte que había quedado la batería sola me pareció que podía ir un rap ahí; me pareció que podía agregarle una bajada de línea más rapeada. La música nos fue sugiriendo de que hablaba la canción y hacia dónde iba el mensaje: con Lula coincidimos, a las dos nos parecía que hablaba de lo mismo, así que fue fácil escribirla.
-Después de un disco que había tomado un poco de distancia, desde lo musical hay una vuelta a un sonido clásico de Eruca: eléctrico, grooveado, guitarrero.
-Sí, totalmente. Y creo que tiene que ver con estas ganas de tocar: cuando hicimos “Seremos Primavera” veníamos girando muchísimo; no es que perdimos las ganas de tocar sino que en la experimentación, al estar en contacto más cotidiano con el instrumento, nos daban ganas de cambiar y de usar otros recursos como para llegar a lugares nuevos. Nos salimos de los instrumentos: yo prácticamente no agarré el bajo en toda la grabación de “Seremos Primavera”, salvo en las cuatro canciones que tienen bajo; o tienen bajo, pero grabados por partes.
En cambio ahora, más allá de que lo hicimos a la distancia, la necesidad de agarrar el instrumento y tocar es diferente. Por eso creo que salió más parecido a lo que hacíamos al principio: quiero agarrar el bajo, arreglarlo, hacerle la línea y el detalle; lo mismo le pasó a Lula con la guitarra, o a Gabi buscando un groove, buscando otro. Hicimos intercambio de versiones, de maquetas, hasta que encontramos esa final que cada uno tiene ganas hoy de subirse al escenario y tocar.
Colaboraciones
-¿Cómo salió la invitación a Carolina Cohen Castillo a tocar la percusión?
-En la maqueta que surgió al principio (cuando empecé a arreglar la idea de Lula) buscando ir para otro lado con el sonido en un momento me pareció que le podíamos meter unas congas. Nunca habíamos usado congas con Eruca; este loop de Lula, que había mandado con el “baje la vara” era en una sola tonalidad; sonaba muy electrónica esa forma de tocar medio St. Vincent que tiene ella. Me parecía que esa onda anglosajona había que latinizarla un poco; entonces en la maquetita le puse un loop de congas, de una percu tipo cubana, del Logic Pro (risas). Y sobre eso se fue construyendo todo: de ahí también salió la sonoridad para hacer el estribillo, con esas guitarras más funkies.
Con Caro yo venía hablando en el verano anterior, porque tenía ganas de hacer algo con ella, como planes de hacer música juntas. La tenía muy presente: me encanta cómo toca, a Lula y a Gabi también; hemos compartido escenario con PAN (ella es parte del plantel fijo del grupo). Sabía que iba a ser un sí; la llamamos para que participara y se re copó: Caro es lo más, es muy grosa, y queríamos que meta su magia, su feel. Le insistimos muchísimo para que tocará con libertad, y el resultado es increíble.
Fue muy lindo tenerla, ya la vamos a invitar en vivo; así que seguramente en los shows de fin de año la vamos a tener en el escenario.
-El video lo hicieron con Belén Asad. ¿Cómo salió la idea?
-A Belén no la conocía, no sabía nada de ella; cuando empezamos a ver videos la propuso Niko Sedano de Sony, y Lula había visto algunos videos de ella: dijo: “Está buenísimo lo que hace”. Confío 100 % en el criterio de Lula, es re grosa para toda la parte visual y de video, porque tiene un ojo artístico muy lindo. Lula dijo “vamos con Belén”, bueno, vamos con Belén, que además de dirigir filmó, a nosotros nos encanta cómo quedó el resultado. Trabajamos con ella en la dirección y con Wolf Credo, que es una productora dónde trabaja un montón de gente
-Están Julián (Sorín, hijo de Lula), Emilia (Rufino, hija de Brenda) y tres chicos, uno es sobrino tuyo.
-Sí, está mi sobrino Lorenzo (Acosta Martin), que es el más grande, hijo de una de mis hermanas; y las otras dos nenas son amiguitas de Emi; porque como ella iba a ir llevando un poco la historia elegimos niñes (sic) de su entorno para que se sintiera cómoda. Era la primera vez que actuaba en un video, así que elegimos todos niñes de confianza; también para que ellos se diviertan y puedan ser ellos; la idea era que transmitieran esa idea de que están jugando y haciendo algo en común.
Motor de cambio
-En la letra dicen: “Levantaremos la vara para hacer justa la Tierra, y para que vuelva a las manos de quienes bien la trabajan”. Suena como la recuperación de una consigna de las que hace mucho no tenemos, por lo menos en la música popular y en el rock.
-Puede ser: sí, es bastante directa. También el rap, al “hablarla” a la letra, me parece que puedo decir cosas más duras, directas. La canción trata de hacer una síntesis (lo cual es muy difícil, porque la situación es muy compleja) de un montón de reflexiones que fuimos haciendo en todo este tiempo de cuarentena. Cuándo empezó todo yo pensaba que podía ser una gran oportunidad para cambiar, para poner un freno a este acelere de la humanidad, a este capitalismo salvaje, a la forma de consumir tan brutalmente. Después me di cuenta de que no: lo estamos viendo ahora con el tema de las vacunas, que unos países le sobran y a otros les faltan. Sigue siendo lo mismo: durante la pandemia vemos cómo los millonarios se gastan la plata en pasear por el espacio mientras acá la gente se muere de hambre.
Es un mapa general re complicado, y ponerlo en una canción es muy difícil: así que serán todas las canciones de nuestra vida las que traten de aportar algo. Pero en este caso la necesidad era principalmente hacer una crítica a los medios, que no están mostrando todo el tiempo eso, o no están haciendo nada para que eso cambie. Justamente porque son los que tienen el poder de generar conciencia, cambiar la dirección hacia dónde van los intereses de las personas y el consumo, para poder cambiar de una vez el sistema de producción, que sería la base del problema. Hizo a las empresas no les conviene Y es por eso que no direcciona hacia ese lado.
Entonces bueno, por lo menos levantar la voz por cosas que nos parecen justas, que están en agenda política del gobierno de nuestro país. Por ejemplo la Ley de Acceso a la Tierra: que por lo menos puedan tener un crédito las familias que trabajan la tierra para poder acceder a ser propietarios de ella, y poder tener una vida más digna en donde están trabajando por el bien de toda la comunidad. Es completamente Injusto que las personas que trabajan la tierra no puedan tenerla; ni siquiera están pidiendo que se las regalen, sino un crédito para acceder a comprarla; y hacerlo desde un lugar inclusivo, con una mirada transfeminista: pide que se le de ventaja a las mujeres que son madres, personas que tienen a su cargo hijes y que trabajan la tierra.
La ley la verdad que está buenísima, y esa es una de las cosas que dice la canción: pero lo dice claramente, porque tiene que ver con todo esto que estamos atravesando con el cambio climático y cómo estamos presionando al planeta y sacándole hasta lo que no tiene.
-También dicen: “Ya pasará, pero nos toca cambiar todo”. Hay una aceptación del presente pero con una voluntad de cambiar el futuro para las generaciones futuras.
-Sí, suena como realista decirlo así en la canción, pero realmente es una esperanza que tenemos. Así como podemos imaginar que en 30 años va a ser todo fulero, también podemos pensar que mañana, que hoy... Nosotros podemos hacer cosas chiquititas: reciclar la basura, no consumir carne, hacer cosas que colaboran; Pero es momento de exigir a quienes nos representan en las empresas que sean responsables con utilizar recursos sustentables, No seguir arrasando con todo solamente para tener más dinero. Tenemos la esperanza de que en algún momento con las personas les podemos exigir y que esto cambie, porque si no es muy difícil que se frené el lío. Todo esto viene en reflexión de lo que pasó en la pandemia, porque ciertamente si hemos llegado hasta acá básicamente tiene que ver con el maltrato animal.
-Porque chocamos la calesita ambiental.
-Claro, tremendo: qué difícil ponerlo en una síntesis, en una charla o en una canción. Decir: “Acá hay cosas que están mal, que no se está diciendo la verdad, Las cosas son más urgentes de lo que se muestra”. Y bueno, con una canción por lo menos intentemos estar unidos, y confiamos en las nuevas generaciones: por eso queríamos que hubiera niñes en el video, que entiendan que para que las cosas estén bien hay que incluirse y hay que hacerlo juntes.
En la ruta
-Hablando de un futuro más agradable: ¿qué se viene para Eruca en el corto y mediano plazo?
-Estamos primero que nada con un montón de shows que no lo podemos creer: estamos con mucha alegría por eso. Largamos en La Plata, Neuquén, también grabamos unos shows para el 8 de octubre, Día del Estudiante Solidario. Después Bahía Blanca, Tandil, Mar del Plata, Santa Fe y Rosario; tenemos Corrientes, Córdoba, Villa María, Río Cuarto. Una agenda súper completa.
Por eso también estamos con ganas de hacer música nueva: no sé si llegamos, porque nos metimos en la vorágine de fin de año y estamos con una canción ahí por terminar: si tenemos suerte sacaremos algo nuevo. Vamos a estar cerrando el año en Obras; cerrando en Capital, porque de eso tenemos Córdoba. Con muchas ganas de compartir con otras bandas, con otros músicos, así que organizando eso.
-A recuperar el tiempo perdido.
-Sí, ojalá que no haya sido perdido. Creo que como siempre somos los mismos pero no somos los mismos, porque hemos aprendido muchas cosas; y ojalá que lo que viene también sea para poder evidenciar esas cosas que sabemos que ahora podemos hacer diferente. Y que sea para seguir aprendiendo.