El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas instituyó el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down. Este año, la celebración se centrará en el lema que propuso la ONU, “No dejar nadie atrás”.
A su vez, un grupo de padres lanzó una campaña bajo el título “Mi hijo también puede. Cambiemos la mirada”. en la que buscan derribar los estereotipos y generar más oportunidades.
El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas instituyó el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down. Este año, la celebración se centrará en el lema que propuso la ONU, “No dejar nadie atrás”.
Lo hizo con la intención que los Estados y la sociedad toda tomen mayor conciencia sobre la cuestión, necesaria para generar condiciones y oportunidades que les permitan a las personas con este trastorno genético desarrollar una vida plena en integración con los demás, como se reconoce en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible del organismo.
Ese es el objetivo de “Mi hijo también puede. Cambiemos la mirada”, una campaña que lanzó este año un grupo autoconvocados de padres de chicos con Síndrome de Down (SD).
"Invitamos a todos a compartir una foto usando medias de diferentes pares y a desafiar a tres amigos a que hagan lo mismo y a que lo compartan en sus redes sociales, mencionando los hashtags: #Derribandoprejuicios, #Mihijotambienpuede y #Cambiemoslamirada", comentaron. Lo que buscan es generar conciencia pública sobre la necesidad de inclusión.
"Con esta campaña queremos derribar aquellos prejuicios que limitan las posibilidades de las personas con SD y mostrar ejemplos de aquellos quienes alcanzaron logros en diferentes ámbitos y explotaron al máximo sus potencialidades", dijeron desde la agrupación.
Tomando un video hecho en el exterior que postula que "el síndrome de Down no es lo que soy, es sólo lo que tengo", la campaña va derribando, con ejemplos de personas concretas, esos mitos y prejuicios. Por ejemplo, el primer prejuicio es que las personas con SD "no pueden ser encantadoras", que refutan con la foto de Madeline Stuart, la modelo que desfiló en varias de las pasarelas de la moda más importantes del mundo. O que no pueden graduarse, a lo que dan el ejemplo de Noelia Garella, la primera maestra con SD. Otros estereotipos: que no pueden tener éxito, que no pueden leer música, que no pueden tener un trabajo.
El síndrome debe su nombre a John Langdon Down quien fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En Argentina, unas 40 mil personas tienen esta alteración hereditaria, según la primera Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (ENDI), de 2015.
Con información de Clarín.