Muchas horas para el cuidado ajeno, pocas para el ocio
Eso que llaman amor...: una encuesta midió el uso del tiempo de 184 mujeres
El 72 % se reconoce como jefa de hogar; el 65 % realiza actividades pagas entre 4 y más de 8 horas diarias y destina otro tanto al cuidado de niños, niñas y familiares, pero sin remuneración. A cambio resigna recreación, estudio y militancia.
“Los usos del tiempo y la reproducción del trabajo no remunerado”. Así se denomina el documento que elaboró la Subsecretaría de Políticas de Género de la provincia en una tarea conjunta con el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), a partir del programa “Por Mi, Por Todas”. El objetivo fue generar una estadística para “entender y analizar el impacto de los roles de género sobre las desigualdades económicas y sociales, y de bienestar”, y diseñar -a partir de los datos obtenidos- políticas de igualdad y para la autonomía de las mujeres.
Así fue como, sobre un total de 184 mujeres encuestadas mayores de 25 años, que pertenecen a unas 24 organizaciones territoriales del programa mencionado (se estableció una muestra de entre 7 y 10 referentes por institución), se concluyó que:
- El 72,45 % se reconoce como jefa de hogar, es decir que en términos de ingreso aporta mayoritariamente al presupuesto familiar.
- El 64 % de los hogares tiene ingresos por remuneración laboral, el 11% por jubilación o pensión y el 9% por subsidios o programas del Estado (el resto, no sabe o no contesta).
- El 65 % realiza alguna actividad que genera un ingreso económico.
- El 23 % dedica de 4 a 6 horas al trabajo y el 31 %, más de 8 horas diarias.
- El 81 % elegiría otro trabajo.
El Litoral
Foto: El Litoral
EL CUIDADO (DE OTROS)
Hasta aquí, el panorama de quienes tienen actividades remuneradas. Pero, ¿qué pasa con las tareas no pagas?
- Ante las variables limpieza del hogar, cocinar y compras de insumos se utilizan, en promedio de 0 a 2 horas diarias y el mismo tiempo para apoyo de tareas escolares; más de la mitad de las mujeres consultadas no realizan reparaciones del hogar y sólo el 33% de las mujeres cumple trabajos en organizaciones.
- El 96 % realiza esas tareas en forma simultánea.
- El 60 % reconoce que esas tareas no remuneradas son un trabajo.
- A la hora de establecer cuánto tiempo lleva el cuidado de otras personas, surgió que a la atención de niños y niñas el 45 % de las mujeres destina 8 horas o más; en el cuidado de no familiares, el 10 % deja de 2 a 4 horas, y para el cuidado de familiares, el 15 % utiliza 8 o más horas.
Puestas a contabilizar las horas promedio dedicadas al tiempo libre y atención personal, las cosas cambian:
- Un alto porcentaje de mujeres no realiza actividades deportivas, de recreación o de descanso, mientras que la mayoría utiliza de 0 a 2 hs para realizar cursos, aseo personal y alimentación.
- Si bien el 24 % de las mujeres dijo no resignar actividades de ocio, el 25% posterga el encuentro con vínculos, el 25% resigna el estudio, el 11 % cuestiones recreativas y el 15% la militancia.
- Con todo, el 38 % está conforme con el uso del tiempo en la vida cotidiana, el 27 % lo cambiaría totalmente, un 15 % está muy conforme y el 20 % poco conforme.
EN CONTEXTO
“Al igual que en otros contextos latinoamericanos, la condición, situación y posición de las mujeres santafesinas están determinadas por relaciones sociales, políticas, económicas y modelos culturales que reproducen desigualdades, inequidades y jerarquías, productos de un proceso histórico que da como resultado una situación sistemática de desventaja”, evalúa el informe que acompaña las cifras.
Este estado de situación “desafía al Estado a diseñar políticas públicas que contribuyan a garantizar iguales derechos y oportunidades integrando, en la territorialidad, la tarea fundamental que desarrollan las organizaciones sociales”.
En este marco y a partir de los resultados obtenidos se observa que a pesar de que las mujeres relevadas “ya han recorrido un espacio de trabajo y capacitación para el empoderamiento, de reconocimiento propio como sujetas de derechos -a partir de la pertenencia al programa provincial-, aún el trabajo doméstico no remunerado queda en sus manos”. Así es como se reproduce la sobrecarga de horas de trabajo no remunerado a las horas de trabajo remunerado en el mercado, “resignando la posibilidad de desarrollo, de cuidado de sí misma, y su participación social y política”.
Mientras tanto, “quienes logran disponer y dedicar tiempo en espacios de participación colectiva no resignan las tareas de cuidado y domésticas con el consecuente impacto en la salud desde una perspectiva integral”.
Por todo esto, se hace necesario “profundizar las políticas públicas que apuntan a desandar los estereotipos y roles asignados a las mujeres que se les atribuyen por suposiciones de la existencia de habilidades femeninas para este tipo de labores, y que no hacen más que reproducir la estructura patriarcal”. También será importante -apunta el informe- “sembrar debates críticos, producir información sobre el aporte económico del trabajo no remunerado de las mujeres para el desarrollo de las sociedades, así como de la pobreza de tiempo de las mujeres”.
Con toda esta información, cobra sentido la frase de la italiana Silvia Federici que inicia el título de esta nota: “Eso que llaman amor, es trabajo no pago”.
El Litoral
Foto: El Litoral
PARA MUESTRA
El relevamiento fue hecho por la Subsecretaría de Políticas de Género de la provincia en articulación con el Instituto Provincial de Estadisticas y Censos, en el marco del programa “Por Mi, Por Todas”. Fueron encuestadas 184 mujeres mayores de 25 años en representación de 24 organizaciones territoriales.
>>> EN SINTONÍA CON LA OIT
La Organización Internacional del Trabajo presentó, a principios de agosto, el informe “Mujeres en el mundo del trabajo. Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe”. Allí se advirtió sobre la brecha salarial que promedia el 17 % por hora de trabajo entre varones y mujeres. Pero además se hizo hincapié en las tareas de cuidado que recaen, mayoritariamente, sobre ellas.
“Las mujeres siguen siendo las principales proveedoras de trabajo de cuidado no remunerado o remunerado y por eso lograr la equidad comienza en el hogar”, advertía el organismo internacional reunido en Lima (Perú). ¿Por qué el número de horas trabajadas es determinante en la brecha salarial?. “Por la responsabilidad del cuidado que hace que las mujeres escojan trabajar menos horas, pero también que elijan ciertas ocupaciones y profesiones. Es que aún antes de tener hijos computan cómo será su flexibilidad en el mundo laboral”. La conclusión fue que “las mujeres tienen el 73,5 % de las horas de trabajo no remunerado” y sin un cambio en las políticas “el panorama se va a mantener”.
Por eso, la OIT habla de las tres “R” en las políticas de cuidado: reconocer esa tarea, reducir el número de horas que las mujeres se desempeñan en ella y redistribuir ese cuidado.