Este 30 de diciembre se cumplen 20 años de la tragedia de Cromañón, un suceso que sigue marcando a toda la sociedad argentina.
Jorge Reynoso, empresario de boliches, reflexionó sobre el impacto de la tragedia en la sociedad destacando que, a pesar de las demandas, poco se ha hecho para prevenir hechos similares.
Este 30 de diciembre se cumplen 20 años de la tragedia de Cromañón, un suceso que sigue marcando a toda la sociedad argentina.
El incendio en el local bailable de la ciudad de Buenos Aires, durante un recital de la banda Callejeros, dejó 194 víctimas fatales y más de 1.400 heridos, expuso las graves irregularidades en los controles de seguridad y la falta de prevención en los espacios de entretenimiento.
A partir de ese día, surgieron demandas por mejoras en la seguridad de los eventos masivos. En este contexto, Jorge Reynoso, empresario de boliches de la ciudad, visitó los estudios de Primera Mañana para reflexionar sobre cómo se vivió esta fatalidad en Santa Fe.
Con décadas de experiencia en la nocturnidad, Reynoso analizó la situación actual y destacó que, en términos generales, poco cambió desde la tragedia. "Hay un problema muy grave en todo sentido", señaló el empresario, quien reflexionó sobre la falta de control y la ausencia de un marco de seguridad adecuado.
Según Reynoso, la nocturnidad ha ganado en "espontaneidad" y esto trajo consigo nuevos riesgos. "Hoy hay eventos masivos espontáneos en lugares no preparados, con una seguridad totalmente deficiente. Eso pasa en el país", subrayó. En su opinión, esta falta de regulación es una consecuencia de la insuficiencia de control del Estado y la falta de conocimiento técnico de los organizadores.
Para Reynoso, la tragedia de Cromañón dejó lecciones, pero estas no fueron asimiladas por la sociedad ni por las autoridades. "Nada, nada aprendimos. El Estado no convoca a los privados para modificar lo que hay que modificar", expresó con preocupación.
El empresario explicó que la falta de inversión en infraestructura adecuada y la ausencia de un trabajo conjunto entre lo público y lo privado contribuyen a que, dos décadas después, la seguridad en la nocturnidad siga siendo deficiente.
En este sentido, remarcó su propia experiencia: "El proyecto era sacar la nocturnidad de la convivencia con la comunidad, que puedan descansar y tener otro tipo de actividades. Fíjate lo que sucedió: nos llevaron a un lugar con un mal acceso, sin iluminación, sin asistencia policial, sin desagües. Fue todo un desastre".
"Si realmente va a organizarse un plan de reestructuración de la nocturnidad, y no lo podés sostener, no haces las inversiones que te corresponden, tampoco lo podés sostener en la normativa", criticó el entrevistado.
Finalmente, Reynoso señaló que la sociedad aún no tomó conciencia sobre la importancia de la seguridad en la diversión, algo que debe cambiar para evitar futuras tragedias. "Todo lo que se arranca la vestidura tienen hijos menores que van con documentos apócrifos a los eventos", afirmó, evidenciando la contradicción entre las leyes y su cumplimiento real.
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