23 de junio, Fiesta de San Juan: origen, significado y rituales
El salto de hogueras a la orilla del mar se convierte en un ritual de purificación y petición de deseos durante la celebración de la Noche de las Hogueras que se celebra en muchos países.
23 de junio, Fiesta de San Juan: origen, significado y rituales
En el hemisferio norte, e verano llegó de manera oficial el pasado 21 de junio. Dicho día fue, además, el más largo del año y con el que comenzó la época estival. Este evento suele venir acompañado en España, dos días más tarde, de las ya típicas hogueras para celebrar la verbena de San Juan.
Aunque actualmente la noche del 23 al 24 de junio es una noche de fiesta entre amigos y familia, su origen inicial era diferente al de ahora. Se trata de una celebración pagana, cuyo origen está en la llegada del solsticio de verano: el fuego purifica y quema lo viejo y malo, con el fin de dejar espacio a nuevas oportunidades y deseos. Para ello, se hacen unos muñecos hechos a base de paja, trapos o papel (mastros), que representan lo malo del año pasado.
No obstante, la noche de San Juan tiene un origen y un valor cultural muy profundos, los cuales os desvelaremos a continuación.
Origen y significado de la noche de San Juan
Lo primero que se debe saber sobre esta noche es que se trata de una celebración pagana, renovada y adaptada a través de los años. Con la llegada del solsticio de verano, esta noche sirve para quemar lo viejo y malo, para dar paso a un nuevo amanecer que traiga consigo muchas alegrías, a ser posible.
Origen y significado de la noche de San Juan
Además de este significado, esta celebración también representa una antigua ceremonia de culto al Sol. Un ritual para que siguiese alumbrando y calentando durante muchos años a la humanidad, además de ofrecer un futuro próspero a las parejas enamoradas.
Qué se quema en la noche de San Juan
Como ya hemos dicho, esta noche sirve para quemar, literal y figuradamente, los malos momentos y las viejas heridas, lo que ya no se puede cambiar. Todo para dar paso a una nueva etapa de felicidad.
Así pues, lo que se suele quemar en la madrugada del 23 al 24 de junio son objetos viejos como muñecos hechos a base de paja, trapos o papel (mastros), que prenden bien y cumplen su función de representar lo pasado.
No obstante, muchas personas optan (además de usar estos objetos) por añadir objetos personales propios de recuerdos o personas que quieran dejar atrás.
En América Latina
En Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y prácticamente en toda Latinoamérica se celebra la Noche de San Juan siguiendo las prácticas llevadas por los españoles y portugueses y otros migrantes europeos (principalmente italianos y alemanes), en ciertas zonas sincretizada con elementos indígenas e incluso afros. En los territorios donde la población de origen europeo es mayoritaria los rituales se asemejan más a los de Europa con menos influencia de las culturas indígenas.
Debido a que en el hemisferio sur, la mayor parte de Sudamérica se encuentra al sur de la línea ecuatorial, los días en torno al 21 de junio (solsticio de invierno austral) de la celebración son los más cortos del año. Por este motivo, la festividad mapuche llamada We Tripantu corresponde al año nuevo. Por lo general, se trata de una mezcla de celebraciones indígenas influenciadas por las costumbres cristiano-españolas, dando lugar a gran cantidad de ritos y tradiciones, como ver florecer a una higuera y esconder tres papas para conocer la suerte.
Argentina
Mientras, en Argentina, la noche de San Juan se celebra el 24 de junio, fecha en la cual ocurre (a la inversa que en Europa) el solsticio de invierno austral, durante tal fecha se encienden fogatas en los barrios o pueblos (muchas veces denominadas fogaratas y otras veces judas cuando hay una efigie en la fogata), en torno a tales fogatas se reúnen principalmente niños y jóvenes; ha sido tradición cocinar patatas o boniatos (denominadas localmente "papas" y "batatas" respectivamente) en las mismas y también saltar sobre tales fogones.
El 20 de junio de 1994 comenzó a realizarse en la localidad de Los Cardales, provincia de Buenos Aires, la Fogata de San Juan, realizada por un grupo de vecinos. Personas o instituciones y comercios, preparan muñecos representando en ellos sentimientos a quemar en la gran fogata de la noche. Las actividades incluyen también un maratón, actividades recreativas y juegos de plaza y comida.
En la provincia de Salta también se celebra esta Fiesta en honor de san Juan. Como describe un diario de Salta: "El día de San Juan se celebra en los suburbios de la ciudad y en la campaña con mucho ruido. Se hacen grandes fogones de paja de maíz alrededor de los cuales se apeñuscan niños, niñas y hombres a gritar ¡Viva San Juan! y a dar descomunales saltos sobre los fogones quemando cohetes y haciendo salvas de escopeta.
También se festeja en Catamarca y en Tucumán, donde los vecinos arman un muñeco con telas, papel, paja, etc. Y dónde arrojan un papelitos con un deseo para que al momento de encender el fuego, que sería a las 00:00 del 23 de junio el muñeco arda y el humo eleve los deseos que piden sean cumplidos. Se reúnen alrededor de la fogata y comparten alguna bebida, o golosinas para los niños .
En el valle de Concarán, San Luis (límite con Córdoba), donde colocan cháncaras (frutos del zapallito silvestre) en la fogata que revientan con estruendo.
En la provincia de Misiones también se celebra esta Fiesta en honor de san Juan. En las ciudades de Posadas, Jardín América, Puerto Rico, Leandro N. Alem, Apóstoles y en muchas localidades más del interior de la provincia se conmemora esta festividad ("Santo del amor"). Esta fiesta se realiza el día 23 de junio y comienza con la reunión de vecinos en los barrios donde se practican diversos juegos y certámenes. Entre ellos se puede encontrar la “pelota tatá”, una pelota de trapo embebida en queroseno y encendida que se transforma en un balón de fuego que circula a punta pies entre la multitud. También se realiza el tradicional cruce de brasas que consiste en caminar descalzo sobre brasas encendidas, esto es cuestión de fe, ya que los participantes normalmente no llegan a sufrir ninguna quemadura. Otro juego popular es el conocido “toro candil”, el mismo consiste en que una persona se disfrace de toro con las guampas encendidas en llamas y corra a la multitud presente, la que mediante risas y gritos escapan de la "bestia". El palo enjabonado es un juego que consiste en tratar de subir a un mástil engrasado, que tiene algún premio colgando de la punta. La festividad termina cuando se enciende "el judas", un muñeco de tamaño real relleno con explosivos y fuegos artificiales, muchas veces se lo viste y se lo hace ver como una persona odiada o poco popular en la comunidad. Sobre esta fogata los participantes también tiran papeles con deseos escritos que se queman con "el judas". También es tradición que algunas mujeres e incluso hombres a las 00 del día 23 de junio realicen las populares "pruebas del amor" característica de esta región. Las pruebas se relacionan al casamiento o la búsqueda de un novio o novia, entre estos se encuentran los siguientes: a la media noche del 23 amaneciendo para el 24 se debe colocar un cuchillo dentro de un banano al día siguiente se retira el cuchillo y aparecer la inicial del futuro amor. También está presente el juego del goteo de las velas en un cuarto oscuro al mediodía del 23, haciendo el goteo en un recipiente de agua se debe formar las iniciales de la futura pareja. La prueba del gallo es otra práctica común, aunque se está dejando de practicar por respeto a los animales. El mismo consiste en taparle los ojos y encerrar al animal en un lugar oculto (gallinero) por un breve tiempo, luego soltarlo y tentarlo con maíz a que se acerque a los participantes. De la mano de quien coma será el ganador y el que conseguirá el amor. Estas tradicionales fiestas presentan muchas similitudes con la realizada en Paraguay, país que con otros nombres realizan las mismas prácticas en la noche de san Juan.