Desde 2013, un perfil de Facebook brindaba a los usuarios de esa red social la posibilidad de conocer el pasado de la ciudad de Santa Fe y sus alrededores a través de imágenes de archivo, muchas de ellas poco conocidas o inéditas.
La explicación la brindó Marcelo Allassia, el responsable de la recopilación de las imágenes, su tratamiento e información.
Desde 2013, un perfil de Facebook brindaba a los usuarios de esa red social la posibilidad de conocer el pasado de la ciudad de Santa Fe y sus alrededores a través de imágenes de archivo, muchas de ellas poco conocidas o inéditas.
Se trataba de Santa Fe Antiguo, un reducto para que los apasionados de la historia, los recuerdos y las fotografías. El espacio compartía casi a diario una o más imágenes que hacían gala del nombre: antiguas.
Las fotografías estaban acompañadas por una breve reseña, en donde se contaba la historia de la imagen, quién fue su autor y un contexto histórico acerca del momento en el que se tomó el registro.
Vale la pena aclarar que SFA ha proporcionado imágenes en diversas ocasiones a El Litoral, en los últimos tiempos este tipo de contenido ilustró artículos de Memorias de Santa Fe, sección de muy buena repercusión dentro del público lector.
Sin embargo, hace algunas semanas ese perfil de Facebook fue desactivado. ¿Por qué? El Litoral consultó a Marcelo Allassia, diseñador gráfico y responsable de este emprendimiento, sobre lo sucedido con Santa Fe Antiguo.
Según contó la cantidad de publicaciones a fin de mayo de este año cuando se cerró era de 1.100 fotografías. Sumando las dos variantes que ofrece Facebook, entre los "Me Gusta" y los "Seguir", tenía unos 32.000 usuarios activos.
“El motivo fue que estábamos siendo depredados, todo el material, por un montón de gente de pseudo páginas o que dicen que les gusta la historia de Santa Fe. Pero ese no es el problema porque siempre hemos compartido todo lo que tenemos, universidades, estudiantes, tesistas, guías de turismo, con el periodismo; sino que nosotros hacemos un trabajo fino sobre las fotografías con restauración, corrección de errores, le damos otros tonos entonces nos encontramos con gente que adulteran las imágenes, quitándoles nuestras marcas”, comentó.
“Nos encontramos con que roban imágenes y no citan la fuente. Muchas veces somos responsables de la fuente original que nos dio la fotografía en confianza. Buscamos que se siga diciendo el crédito. Nos ha pasado que nos han dicho ‘les dimos la foto familiar de tal lugar y ahora la vemos en tal lado y no figura la información de origen’”, agregó Allasia.
En ese sentido, el entrevistado señaló: “Al adulterar la fotografía de forma primitiva, arruinan todo el trabajo que nosotros hicimos. Nos pasamos horas y horas restaurando imágenes. A veces aducen que las fotografías son de dominio público pero la cuestión es que desconocen la edición que hacemos”.
Mudanza a Instagram
Consultado por este medio, Allasia explicó que la experiencia continúa con similares características en Instagram. “Lo hicimos (el cierre del perfil de Facebook) para que nos dejen de depredar. Nos pasamos a Instagram, que es un poco más difícil tomar una imagen. Y obviamente tenemos que intervenir todas las fotografías, ya no sabemos qué más ponerle”, aseguró.
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