El fin de año de 1954 no fue uno más para los dueños y vecinos de una fábrica de escobas de la ciudad de Santa Fe. El 31 de diciembre de aquel año, un voraz incendio arrasó con las instalaciones, afectó inmuebles cercanos y dejó algunos heridos.
70 años atrás, la ciudad vio atónita cómo ardió en llamas un emprendimiento ubicado en calle San Lorenzo al 2.900. Sólo hubo que lamentar pérdidas materiales. La crónica de la época.
El fin de año de 1954 no fue uno más para los dueños y vecinos de una fábrica de escobas de la ciudad de Santa Fe. El 31 de diciembre de aquel año, un voraz incendio arrasó con las instalaciones, afectó inmuebles cercanos y dejó algunos heridos.
Todo un suceso para la época que, afortunadamente no tuvo víctimas fatales. Sí se registraron importantes daños, de ello da cuenta la crónica que a continuación se retoma y pasa a formar parte de Memorias de Santa Fe.
Así lo marcó El Litoral en su edición vespertina de aquel viernes, el último día del ‘54. “Por causas que las autoridades tratan de establecer, esta mañana a eso de las 7.45, se originó un voraz incendio en una fábrica de escobas y afines de San Lorenzo 2900”, describió el diario.
En el desarrollo de la crónica se explicó que el fuego “destruyó totalmente las maquinarias, materia prima, artículos en depósito y el galpón donde desenvolvían sus actividades los propietarios de la firma”.
Y seguía la nota: “En momentos de producirse el siniestro se hallaban trabajando uno de los dueños, José López Fernández de 46 años y siete obreros, quienes trataron al advertir el fuego de sofocarlo, pero las llamas cada vez tomaron mayor amplitud y al cabo de algunos minutos el local quedó prácticamente envuelto en ellas”.
El artículo que publicó El Litoral daba cuenta que los bomberos fueron convocados tras los esfuerzos en vano de quienes estaban en el lugar a la hora del incendio. “Concurrió al lugar una dotación presidida por el jefe Rubén Gómez Antonini quien con personal tuvo a su cargo la tarea de combatir el fuego”, relató el diario.
“La facilidad para la combustión de los efectos que se tenían en la fábrica, permitió que el fuego llegara a casas vecinas, donde también se registraron pérdidas aunque de escaso valor. Después de horas de labor el siniestro fué dominado quedando totalmente destruida la fábrica, cuyos daños superan los $350.000”, agregaba la crónica.
Sobre el cierre de la nota, el cronista se abocó a señalar quiénes eran los propietarios de las casas linderas que se vieron afectadas por el fuego. “No hubo víctimas personales que lamentar. Los propietarios de la fábrica quemada no tenían seguros”, aclaró el diario.
Por último, cabe consignar que a raíz de los trabajos contra las llamas, uno de los bomberos resultó con quemaduras en sus brazos y debió ser atendido en un hospital cercano.
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