Once miembros de la Guardia Suiza, el reducido cuerpo militar encargado de proteger al Papa Francisco, dieron positivos de coronavirus en las últimas horas.
Once miembros de la Guardia Suiza, el reducido cuerpo militar encargado de proteger al Papa Francisco, dieron positivos de coronavirus en las últimas horas.
La Guardia Suiza informó que se realizan más pruebas entre el cuerpo militar de 135 integrantes, con una reorganización de horarios para "evitar todo riesgo de contagio".
Se trata del cuerpo militar activo más antiguo del mundo, realiza tareas ceremoniales durante las misas papales y vigila las puertas del Vaticano. Durante el lunes se habían conocido cuatro guardias infectados y este jueves se sumaron otros siete más.
El pontífice de 83 años, al cual le fue extirpado parcialmente el pulmón derecho a los 21 años debido a un problema de salud, estaría en alto riesgo de desarrollar complicaciones si contrae COVID-19.
Ya en varias ocasiones se mostró reacio a usar barbijo y se presentó sin cubrebocas el miércoles, pese a que muchos integrantes de su séquito y todos los elementos de la Guardia Suiza lo tenían.
El uso de mascarilla es obligatorio en Italia, tanto en interiores como en exteriores. Si bien Francisco fue visto usando cubrebocas hace un par de semanas, el Vaticano no respondió a las preguntas sobre por qué se niega a usarlo.
Una de las teorías es que el Papa suele verse falto de aire y habla en voz muy baja, lo que sugiere que usar una mascarilla le podría resultar particularmente incómodo.
Durante el miércoles, el Sumo Pontífice decidió no saludar de cerca a los fieles para evitar las aglomeraciones.
“Disculpadme si hoy os saludo desde lejos pero creo que si todos como ciudadanos cumplimos las prescripciones de las autoridades, esto será una ayuda para acabar con esta pandemia”, dijo Francisco desde el aula Pablo VI del Vaticano, donde se celebró la audiencia a causa de la lluvia.
“Me gustaría, como suelo hacer, bajar y acercarme para saludarles. Pero con las nuevas normas, es mejor que nos mantengamos a distancia”, apuntó desde su trono. “A menudo sucede que cuando bajo, todos se acercan y se amontonan. Y es un problema porque hay un riesgo de infección. De esta manera, cada uno con su mascarilla y manteniendo la distancia, podemos continuar con las audiencias”.