En Tromsø, en el norte de Noruega, el sol apenas se deja ver en invierno pero en verano casi nunca oscurece. Mientras los turistas disfrutan del sol de medianoche y los noruegos se alegran de tener más tiempo para pescar, los cerca de mil musulmanes de la zona tienen un problema: en Ramadán sólo pueden comer y beber cuando se pone el sol y este año el mes sagrado musulmán cae en pleno verano (boreal).
"Nunca he oído que un musulmán haya intentado ayunar durante 24 horas al día", apunta el experto en religiones Åke Sander, de la universidad de Gotemburgo. "Sin alimentos quizás se podría sobrevivir todo ese tiempo (del Ramadán). Pero nunca sin agua".
Así que para poder cumplir con los preceptos de su religión, los musulmanes del norte deben buscar otra solución. ¿Pero cuál?
No hay ninguna regla al respecto. Como el Ramadán se celebra cada año unos 11 días antes que el año anterior, hacía mucho tiempo que los musulmanes de Escandinavia no se enfrentaban a esta situación, explica Sander. Pero en esta ocasión, el Ramadán comienza mañana sábado, 28 de junio.
Para intentar buscar una solución, el secretario general del Consejo Musulmán de Noruega, Mehtab Afsar, se ha desplazado esta semana a Tromsø.
"Los musulmanes que viven en Tromsø han decidido seguir el horario de La Meca", explicó Afsar. Y es que el Ramadán debe ser una prueba para los creyentes, pero de ninguna manera ha de su poner un riesgo, asegura. Por eso los niños pequeños, las embarazadas y los enfermos están excluidos. "Cuando el médico aconseja a alguien no ayunar, no deben hacerlo".
También muchos musulmanes del norte de Finlandia han tenido que buscar su propia forma de cumplir el Ramadán cuando el sol no se pone. Según Sander, la solución no es imponerles una manera de hacerlo: "Los musulmanes provienen de países muy diferentes y tienen tradiciones distintas".
La mezquita de Oulu, en el norte de Finlandia, tiene fieles de 20 nacionalidades diferentes. Hay algunos muy conservadores que sólo rompen el ayuno durante la hora o dos horas en las que la ciudad se oscurece un poco, cuenta el presidente de la Sociedad Islámica del norte de Finlandia, Abdul Mannan. "La mayor parte del resto se orientan por los horarios de La Meca".
Durante el fin de semana muchos de los 1.500 musulmanes practicantes de Olulu se juntan para el momento en que se rompe el ayuno. Entonces aparecen sobre la mesa comidas de todos los continentes. "Es muy emocionante", dice Mannan, que llegó a Finlandia procedente de Bangladesh para doctorarse en Geología. Ahora, a sus 58 años, da clases en la universidad, además de trabajar como voluntario en las Sociedad Islámica. Sus hijos han crecido en Noruega viviendo el Ramadán y el ayuno.
En Oslo los musulmanes se encuentran en una situación mucho mejor, en comparación con los de Oulu. En la capital noruega los musulmanes pueden comer y beber entre las 23:00 y las 03:00 horas. "Tenemos unas cuatro horas de noche, por eso hemos decidido regirnos por el horario noruego", explica Afsar, que vive en Oslo.
El secretario general del Consejo Musulmán no cree que sea más difícil cumplir con el Ramadán en el norte. "En Escandinavia la temperatura es de unos 16 o 17 grados en verano", apunta. En otros países cercanos al Ecuador la gente tiene que soportar entre 35 y 40 grados durante 16 horas al día. "Se suda mucho y se pasa mucha sed", explica. "¡En esos países es difícil!".
Aun hay otra ventaja en el hecho de que el Ramadán se celebre este año durante el verano. Como es época de vacaciones, a muchos les resulta más fácil viajar, por ejemplo a países musulmanes. "Hay algunos que lo hacen, al fin y al cabo es divertido celebrar estas tradiciones con la familia y los amigos".