Desde el Concejo Municipal de Rosario, avanza una propuesta innovadora para mejorar la calidad de vida en las peatonales mediante la colocación de “islas de sombra” que brinden alivio a los transeúntes.
Esta propuesta, que ya comenzó a discutirse en comisiones, apunta a ser una prueba piloto que, de resultar exitosa, podría replicarse en otras áreas de la ciudad.
Desde el Concejo Municipal de Rosario, avanza una propuesta innovadora para mejorar la calidad de vida en las peatonales mediante la colocación de “islas de sombra” que brinden alivio a los transeúntes.
La idea, impulsada por la concejala María Eugenia Schmuck, se centra en instalar estructuras que generen sombra y ayuden a mitigar la exposición solar en los días de intenso calor, transformando así el centro de la ciudad en un espacio más accesible y cómodo. Esta propuesta, que ya comenzó a discutirse en comisiones, apunta a ser una prueba piloto que, de resultar exitosa, podría replicarse en otras áreas de Rosario.
El proyecto contempla la colocación de toldos, medias sombras o estructuras removibles que serían instaladas en puntos estratégicos de las peatonales. “La idea es que, durante los meses de verano, quienes transiten por las peatonales puedan encontrar áreas donde resguardarse del sol, facilitando su desplazamiento sin la incomodidad que generan las altas temperaturas”, explicó la concejala Schmuck. El diseño y los materiales de estas estructuras están en proceso de evaluación, teniendo en cuenta la necesidad de durabilidad y bajo mantenimiento en un entorno urbano tan transitado.
La concejala destacó que este tipo de intervenciones puede tener un impacto directo en la economía local, ya que las zonas más cómodas y atractivas tienden a fomentar una mayor afluencia de personas. En este sentido, Schmuck remarcó que “estas islas de sombra no solo cumplen una función de protección solar, sino que embellecen el espacio público, haciéndolo más acogedor y promoviendo la actividad comercial”. El entorno estético también ha sido un punto de cuidado, ya que la idea es que estas estructuras se integren armoniosamente al paisaje urbano de la peatonal.
Investigaciones recientes con imágenes termográficas en la ciudad indican que el pavimento puede reducir su temperatura en hasta 14 grados gracias a la sombra, mientras que en las fachadas de locales y viviendas se puede lograr una disminución de hasta 6 grados. Esto representa un beneficio sustancial para la ciudad, que no solo experimenta un descenso en el calor percibido, sino que también ayuda a reducir la carga en sistemas de refrigeración, un factor clave en la búsqueda de sostenibilidad energética.
El uso de sombras como recurso para controlar el calor forma parte de una tendencia internacional que busca adecuar las ciudades a las condiciones climáticas cambiantes. Rosario se une a esta corriente mediante el programa de refugios climáticos, desarrollado el verano pasado en colaboración con la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático, que ya estableció 20 puntos de sombra en diferentes sectores. Esta experiencia previa ha sido tomada en cuenta para fortalecer el proyecto de las islas de sombra en el área céntrica.
Schmuck resaltó la importancia de adaptarse a las nuevas realidades impuestas por el cambio climático, y señaló que la iniciativa de las islas de sombra está alineada con los objetivos del Plan Local de Acción Climática 2030. Dicho plan incluye la identificación de riesgos climáticos y la implementación de medidas que mitiguen sus efectos sobre la vida urbana. “Rosario debe estar preparada para enfrentar el cambio climático, y esta propuesta es un paso en esa dirección”, subrayó la concejala.
El Concejo Municipal, a través de diferentes comisiones, ha comenzado a evaluar la viabilidad técnica y presupuestaria del proyecto. Si bien aún no se han definido los materiales ni el diseño final, se espera que la instalación sea sencilla y de bajo costo, para facilitar su mantenimiento y posible ampliación. De aprobarse, Rosario se sumaría a otras ciudades que ya cuentan con estructuras públicas de sombra como parte de sus estrategias urbanas frente al cambio climático.
Además de reducir la temperatura y mejorar la transitabilidad, este tipo de intervenciones permite reforzar el sentido de comunidad. Las peatonales no solo son espacios de circulación, sino que representan lugares de encuentro y socialización. “Queremos que las peatonales sean espacios que la gente disfrute y sienta como propios”, comentó Schmuck, subrayando el rol de estas islas en la construcción de una ciudad más amigable y participativa.
Es importante recordar que desde 2021 el municipio implementa un plan de revitalización del centro, incorporando en la peatonal elementos que aportan a la calidad del espacio, como canteros verdes que aumentan la superficie de suelo absorbente y embellecen el área. Estas mejoras han tenido un impacto positivo, incentivando la caminabilidad y propiciando un entorno urbano más fresco y agradable.
En términos de infraestructura verde, Rosario es pionera en varios aspectos, y las islas de sombra serían un nuevo paso en esta línea de acción. Las peatonales constituyen un núcleo fundamental de la vida comercial y social de la ciudad, y hacerlas más habitables en temporadas de altas temperaturas es una inversión en el bienestar colectivo. Las ciudades de hoy buscan soluciones prácticas y sostenibles para mejorar la calidad de vida, y este proyecto se enmarca en esa visión de desarrollo urbano.
La propuesta también invita a reflexionar sobre el rol del espacio público en una ciudad moderna. A través de intervenciones como estas, Rosario reafirma su compromiso con un desarrollo urbano que priorice tanto el medioambiente como el confort de sus habitantes. Las "islas de sombra" son solo una pieza en un rompecabezas mayor de estrategias de adaptación climática que serán clave para el futuro de la ciudad.