Hace algunos años se lleva a cabo en Taipéi, la capital de Taiwán, un congreso en donde confluyen las principales compañías dedicadas al desarrollo de tecnología de punta. La estrella de las últimas ediciones es, sin dudas, la Inteligencia Artificial.
Con una invitación especial de la embajada, El Litoral viajó hasta ese país asiático para participar de "Smart City - Summit & Expo". Lo que se convirtió en una experiencia inolvidable, tanto para quien escribe estas líneas como para el medio en general. El operativo viaje y cobertura demandó apenas unas 30 horas de aviones, aeropuertos y escalas. Todo acertadamente coordinado por la organización, el alojamiento fue en uno de los hoteles más lujosos de la capital taiwanesa.
El evento contó con la participación de las principales empresas tecnológicas de esa región.
El evento
Con miles de participantes, la espectacular exposición arrancó con la apertura de los stands de las firmas participantes; quienes mostraron a las delegaciones, la prensa y público en general las novedades tecnológicas que ayudan a mejorar la calidad de vida. Grandes compañías y startups confluyen armoniosamente en un multiespacio preparado para tal fin.
En el acto ceremonial, tomó la palabra el presidente de la Asociación de Computadoras de Taipei, Paul S.L. Peng, el vicealcalde de Kaohsiung, Charles Lin, y el ministro de Desarrollo Nacional del Consejo Ming-Hsin Kung, quien señaló "que lograr el cero neto reducir las emisiones para 2050 es un objetivo de desarrollo crucial para Taiwán".
La exposición se desplegó con las mejores galas en un centro de eventos preparado para tal fin. Dos pisos de amplias galerías con stands de generosos espacios para que expositores, visitantes y los medios acreditados puedan conocer en detalle el producto o la idea.
La tecnología de punta puesta al servicio de la vida cotidiana es tendencia por estos lados del mundo. Semáforos controlados vía Internet de alta velocidad (5G), un tren urbano (Metro) cuyo sistema eléctrico ayuda a cuidar el medio ambiente o una sencilla plataforma para brindar seguridad a una puerta mediante diez métodos de identificación; son solo algunos de los ejemplos que se pudieron conocer.
La lista de elementos novedosos para la vista de este periodista fue casi inagotable. Un sistema de drones para controlar el tránsito, posibles siniestros viales y actuar inmediatamente; un tren de alta velocidad a base de hidrógeno y novedosas bicicletas.
Entre tantos implementos novedosos también resaltó una ambulancia hiperconectada que su utilización permite optimizar tiempos, agilizar traslados y, en definitiva, mejorar los porcentajes de salvar vidas.
El orden y la armonía de las calles del centro de la capital taiwanesa. La mezcla perfecta entre los modernos edificios y la flora del lugar.
El otro caso, pone foco en la atención en una farmacia. Con una plataforma de IA se logra optimizar los tiempos tanto del farmacéutico como del paciente. El sistema lee la receta y en simultáneo se obtiene información del cliente, su historia clínica, su médico y, claro, la prescripción.
Además, la propia App indica en qué sector está guardado el medicamento, lo busca y abre el cajón o aparador donde se encuentran. Si bien, tecnologías similares ya se usan en Argentina, los tiempos y la conexión entre 5G y la IA aceleran, precisamente y valga la redundancia, los procesos al momento de compra y despacho de medicamentos prescriptos.
Entre dispositivos y aparatos, se desarrollaron charlas itinerantes de los especialistas que cada empresa tecnológica llevó para contar las bondades de estos novedosos inventos. También se escucharon voces de distintas ciudades del mundo que, cada una a su manera, implementan los diversos cambios de paradigma para cuidar el medioambiente y mantener hiperconectadas a las comunidades.
En el inicio del evento hablaron las autoridades y organizadores.
Los contrastes
Visitar Taiwán también dejó en claro los contrastes con Santa Fe, en particular, y Argentina en general. Este cronista recorrió a pie y en transporte público (subte) y privado distintos puntos de Taipéi y notó un orden casi perfecto.
Nada de basura en las esquinas, respeto absoluto por las autoridades y las leyes del tránsito. "Por favor" y "gracias", son moneda corriente y la amabilidad una característica a destacar de quienes tuvieron algún tipo de vínculo con quien escribe estas líneas.
Los semáforos se respetan y el peatón tiene la máxima prioridad. Las velocidades máximas y mínimas se cumplen a rajatabla. Todo ello en un mundo hiperconectado, hiperglobalizado e hiperfrenético. Cada segundo cuenta, cada minuto vale. Entonces, la puntualidad del servicio público de transporte, de la atención al público en un kiosco o en el consejo de un simple ciudadano cotizan y mucho.
Los novedosos autos que fueron presentados en Taiwán, conectados a la velocidad del 5G.
Por otro lado, es difícil encontrar cestos de basura en las veredas. Cuando se hizo la consulta del caso, la respuesta fue que se quitaron porque allí se depositaban los residuos hogareños y no cumplía su verdadera función. ¿Entonces, donde uno tira un papel o una lata de gaseosa mientras camina? Hay comercios que en Argentina llamaríamos "maxikiosco" que en su entrada poseen cestos y allí se tira la basura, respondieron a quien escribe estas líneas.
Una frase que coincidió en la previa del viaje, sobre todo de los funcionarios de la embajada taiwanesa y promotores del evento fue: "Ud puede caminar tranquilo, Taipéi es seguro".
Al recorrer a pie las avenidas de la capital taiwanesa es difícil notar la presencia policial pero está lleno de cámaras y dispositivos de videovigilancia. También está controlado el tránsito con radares y reductores de velocidad. La premisa se cumplió. Sin inconvenientes para recorrer a pie y por metro, que dicho sea de paso estaba abarrotado de gente.
La vista desde la terraza de Taipéi 101, el rascacielos con forma de ombú que resalta en Taiwán.
A modo de cierre
Santa Fe y Taipei están separadas por unos 20 kilómetros. Para llegar a destino, hubo que volar más de 20 horas, sumadas a las escalas (Brasil y Turquía) el periplo se redondeó en 30 horas. Nada menos. La parada en Estambul, la mitad simbólica del mundo, fue una experiencia dentro de la experiencia que significó conocer Asia.
El tamaño y las múltiples conexiones que tiene este hub turco (término en inglés para referirse a un centro de distribución) lo hacen uno de los más importantes de la región, y se nota. Es inmenso y dentro de las instalaciones conviven, aunque sea por unas horas, personas de todas las etnias. Sudamericanos, europeos, norteamericanos, árabes, africanos, asiáticos. Cruzar al otro lado del mundo fue un desafío importante. Conocer parte de la cultura e idiosincrasia taiwanesa fue otra de las misiones cumplidas, además de la cobertura a la cumbre de tecnología y cuidado del medio ambiente.
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