En este remolino se está formando un planeta. O eso sospecha un equipo de astrónomos en base a las observaciones llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés). La investigación, publicada en Astronomy & Astrophysics, proporciona pistas cruciales para ayudar a comprender mejor el proceso de formación de estos astros.
La imagen muestra el denso disco de polvo y gas que rodea la estrella AB Aurigae, perteneciente a la constelación del Aúriga, ubicada a 520 años luz de la Tierra. En los discos polvorientos en torno a estrellas jóvenes como este nacen los planetas cuando el frío gas y el polvo se compactan. Semejante proceso deja una huella a modo de“perturbaciones en el disco en forma de ola, algo así como la estela de un barco en un lago”, explica en un comunicado Emmanuel Di Folco del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (Francia), coautor del estudio.
La región de torsión donde el equipo cree que se está formando el astro aparece en la imagen como una zona amarilla muy brillante con forma de pinza de cangrejo justo en la zona central del remolino. El futuro planeta se encuentra aproximadamente a la misma distancia de la estrella que Neptuno del Sol.
Tenés que leerEl telescopio espacial Hubble cumple 30 añosLos primeros indicios de la formación de planetas alrededor de la estrella los proporcionaron las observaciones del sistema AB Aurigae llevadas a cabo por las instalaciones de ALMA (Atacama Large Millimeter / submillimeter Array) del ESO. En las imágenes, los científicos vieron dos brazos de espirales de gas cerca de la estrella que suponen una pista indirecta de planetas en formación.
A partir de aquí el equipo de la investigación, liderado por Anthony Boccaletti del Observatorio de Paris (Francia), se propuso capturar una imagen más clara. Los investigadores apuntaron con el VLT del ESO en Chile hacia el joven astro y lograron las imágenes con mayor profundidad del sistema AB Aurigae obtenidas hasta la fecha.
Los astrónomos lograron confirmar con las nuevas observaciones la presencia de los brazos espirales descubiertos por primera vez por ALMA y también detectaron la perturbación en el disco que apunta a la presencia de planetas en formación. Hasta ahora no se había podido tomar imágenes que permitieran encontrar semejante “giro”.
De ser confirmadas las sospechas del equipo, la hipnótica imagen supondría la primera evidencia directa de un protoplaneta. Para ello, harán falta instrumentos más potentes que permitan observaciones con mayor detalle. Cuando finalice la construcción del Telescopio Extremadamente Grande (Extremely Large Telescope, ELT) del ESO, que con un espejo primario de 39 metros de diámetro será el mayor aparato terrestre en funcionamiento, se podrán obtener imágenes mucho más nítidas. El observatorio calcula que la infraestructura entre en funcionamiento en el 2025. Las futuras observaciones también permitirán estimar mejor la masa del futuro planeta.