El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, centró este martes su discurso ante la Asamblea de la ONU en una reivindicación al multilateralismo y el fortalecimiento de las organizaciones internacionales, y aseguró que no busca "una nueva Guerra Fría", en medio de la creciente tensión con China e incluso con algunos de sus socios por su nuevo acuerdo militar en el Indo-Pacífico, "una de las regiones más significativas para el presente y para mañana".
"Estamos en un punto de inflexión en la historia", sentenció Biden y coincidió con las múltiples crisis presentadas unos minutos antes por el secretario general de la ONU, António Guterres, aunque destacó que este complejo momento también presenta "una oportunidad".
"Estoy aquí para reafirmar el compromiso de mi Gobierno hacia un futuro más pacifico y próspero para todas las personas" y agregó: "Trabajaremos para salvar vidas frente la Covid-19, enfrentaremos la amenaza del desafío ambiental y defenderemos la dignidad humanidad y los derechos que se forjaron en esta institución, o dejaremos esos valores universales en la búsqueda del poder político".
Biden se cuidó de no mencionar a China, el rival que eligió en su política exterior desde el primer día de su Gobierno, pero mencionó muchos de los temas que tensan actualmente la relación bilateral: su reciente acuerdo militar con Australia y Reino Unido en el Indo-Pacífico -que enojó también a algunos de sus socios-, el "ciberterrorismo" y la defensa de los derechos humanos.
Tenés que leerAlberto Fernández hablará ante la ONU del préstamo del FMI"No estamos buscando una nueva Guerra Fría. Estados Unidos está listo para trabajar con cualquier nación que dé un paso adelante y busque una resolución pacífica para compartir desafíos". En ese sentido, Biden agregó: "Continuaremos defendiendo a nuestros intereses y a nuestros aliados, pero para proteger a nuestros intereses, la misión debe ser clara y realista, y en acuerdo con nuestros aliados. El uso de la fuerza debe ser el último recurso, no el primero".
"El poder militar estadounidense debe ser nuestra herramienta de último recurso, no la primera. No debe usarse como una respuesta a todos los problemas que vemos en todo el mundo. Hoy en día, muchas de nuestras mayores preocupaciones no se pueden resolver o incluso abordar con la fuerza de las armas", afirmó. En ese apunto, volvió a defender su decisión de retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán el mes pasado: "Mientras cerramos una etapa de guerra continua abrimos una de continua diplomacia".
Asimismo, prometió respetar completamente el acuerdo nuclear con Irán, si la República Islámica "hace lo mismo", una posición que Teherán rechaza porque fue EEUU, bajo el Gobierno de Trump, el que decidió abandonar el tratado. Biden también destacó sus políticas dirigidas a una transición verde, llamó a defender los derechos de las mujeres, pidió escuchar las voces que reclaman "dignidad humana" -"vemos a los ricos hacerse más ricos cuando hay personas que les cuesta poner comida sobre la mesa", destacó- y comprometió 10.000 millones de dólares para "terminar con el hambre".
Además, aseguró que quiere "duplicar" su contribución al financiamiento contra el cambio climático. "Esto convertirá a Estados Unidos en un líder en finanzas públicas para el clima", destacó y prometió enviar la propuesta al Congreso estadounidense.