La delegación argentina en Bolivia pidió a Cancillería que proteja su integridad
Gentileza Juan Grabois, dirigente de la CTEP.
21:10
La Delegacion Argentina de Solidaridad con Bolivia, integrada entre otros por el dirigente Juan Grabois, de la CTEP y Daniel Catalano, de ATE, fue agredida al llegar al aeropuerto Viru Viru, de Santa Cruz de la Sierra, y luego se trasladó hacia La Paz, donde continuaron los hostigamientos, según relataron fuentes de esas organizaciones a Télam.
La Delegación Argentina en Solidaridad con Bolivia fue retenida, y catorce de sus integrantes fueron separados por las fuerzas de seguridad y sometidos a una indagatoria exhaustiva, en un contexto de hostigamiento, registrado en diferentes videos expuestos en las redes sociales.
Los hechos se sucedieron durante la madrugada del viernes y la delegación debió partir hacia La Paz y luego se refugió en El Alto, informaron integrantes de la comitiva a Télam.
Catalano contó a esta agencia que "dos compañeros fueron agredidos físicamente, pero ahora estamos todos bien, ya estamos en El Alto".
"Fue una situación que se generó cuando llegamos a Santa Cruz, la policía trato de generar un clima de tensión, en particular con Juan Grabois, y luego dividió al grupo en tres cuando tratábamos de salir de Santa Cruz", agregó.
Por su parte, Grabois afirmó que "todo sucedió en el marco de la delegación en la que junto a un grupo de profesionales y dirigentes de movimientos sociales y ambientales vinimos a Bolivia a realizar un relevamiento de las grandes violaciones a los derechos humanos, desapariciones forzadas y torturas que se están produciendo en el marco del golpe de estado en Bolivia".
"En Santa Cruz nos recibieron las fuerzas de seguridad, nos llevaron a un rinconcito, y uno a uno nos fueron interrogando de una manera absolutamente arbitraria, y preguntándonos a quiénes veníamos a entrevistar. Información que por supuesto no dimos al resguardo de las personas con las que vamos a encontrarnos", aclaró.
Gentileza
Foto: Gentileza
Una vez que llegaron a la ciudad de El Alto, lindera con La Paz, la delegación argentina recibió testimonios de víctimas de la represión y a familiares de detenidos judicializados, con la intención de elaborar un informe a su regreso a la Argenitna, que en principio estaba previsto para el sábado, pero que podría adelantarse frente a esta situación hostil.
"No vamos a permitir que ningún local haga terrorismo en Bolivia y peor un extranjero, recomendamos a aquellos extranjeros que están llegando al país hechos a las mansas palomitas, tratando de incendiar el país, que anden con cuidado, los estamos mirando, los estamos siguiendo, estamos viendo lo que están haciendo", dijo Murillo la mañana del viernes en un acto de entrega de vehículos a la Policía en La Paz.
La abogada Gabriela Carpinetti, integrante de la Delegación consideró que esta reacción del gobierno de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez “es propia de un golpe de Estado que cercena las libertades públicas”.
“Las declaraciones de funcionarios de este gobierno sobre esta comitiva demuestran que en este país hubo efectivamente un golpe de Estado y que se conculcan las libertades públicas. Nuestra visita se enmarca en los protocolos internacionales establecidos en materia de derechos humanos”, señaló en diálogo con Télam Carpinetti, de la agrupación Frente Patria Grande.
La comitiva está integrada también por Marisa Llanos Cruz y Marianela Navarro, del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL); la abogada del Frente Patria Grande, Gabriela Carpinetti; Pablo Graciarena, de la organización Xumek; Cristina Livitsanos, de la Asociación Americana de Juristas; Leo Pérez Esquivel y Pablo Pimentel, de APDH, e Ismael Hall, de Correpi, entre otros.