El Litoral
Más de 60 diputados conservadores británicos reclamaron a la primera ministra, Theresa May, un Brexit más duro que libere totalmente al Reino Unido de trabas para comerciar tras abandonar la Unión Europea (UE).
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Télam
Los diputados conservadores que integran el Grupo de Investigación Europeo (ERG por sus siglas en inglés), al que pertenecen políticos euroescépticos, quieren que el Reino Unido pueda negociar y firmar acuerdos comerciales con otros países fuera de la UE, apenas salga del bloque en marzo de 2019 y no después del período de transición.
Como miembro de la UE, el Reino Unido no puede negociar pactos comerciales con países fuera del bloque y se verá si dentro de la negociación que comienza el próximo mes, logra incluir esta facultad durante el período de transición tras el Brexit.
La carta filtrada a los medios fue enviada el viernes tanto último a May como al ministro del Brexit, David Davis, y al secretario de comercio internacional, Liam Fox, en medio de los esfuerzos para acordar dentro del gabinete lo que el Reino Unido pedirá en una futura relación comercial, tema central de la reunión que mañana mantendrá la premier con sus ministros.
A través de la misiva, los tories que pretenden una desconexión casi total con la UE, liderados por el euroescéptico Jacob Rees-Moog, marcaron una serie de líneas de acción para asegurar un Brexit exitoso, incluido tomar el control de los aranceles de la Organización Mundial del Comercio.
Sus demandas van en contra de un Brexit que mantiene al Reino Unido más alineado con la UE, apoyado por el ministro de Finanzas Philip Hammond, la ministra del Interior Amber Rudd y otros partidos políticos.
Pero la misiva desencadenó el enojo de muchos de sus colegas opositores a un Brexit duro, quienes consideraron la sugerencia como decepcionante, según los medios británicos.
El diputado Nicky Morgan, defensor de un Brexit suave, consideró que la misiva "no es una carta, es una nota de rescate". Para los diputados euroescépticos, la primera ministra es una rehén de los que quieren un Brexit suave. Por su parte, la parlamentaria conservadora Anna Soubry, dijo que la carta fue "muy decepcionante".
Mientras tanto, en el laborismo, el líder del partido, Jeremy Corbyn, sostiene que el Reino Unido "tendrá que tener una unión aduanera" con la UE después de abandonar el bloque a fin de evitar una frontera difícil con Irlanda.
"Tenemos que tener acceso a los mercados europeos. Tenemos que tener una unión aduanera que asegure que podamos continuar el comercio particularmente entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda", afirmó.
Anteriormente, Corbyn había descartado que el Reino Unido permanezca en el mercado único, pero él y sus ministros en la sombra coincidieron luego en que forme parte de una "unión aduanera".
Muchos laboristas sostienen que Theresa May no puede cumplir con acordar un Brexit que no perjudique la economía del Reino Unido y alegan que es demasiado débil para enfrentar a los fanáticos en su propio partido.
En tanto, la líder el Ejecutivo británico, encabezará mañana una reunión con sus ministros para determinar qué pedirá el Reino Unido en las negociaciones con la comisión europea.