La fiesta nacional de Francia, que conmemora la toma de la Bastilla y la Fiesta de la Federación, tuvo como saldo la quema de alrededor de 250 vehículos y la detención de 96 personas.
Unos 45 mil policías y miembros de gendarmería salieron a las calles la noche anterior y posterior al 14 de julio, resultando siete de ellos heridos.
La fiesta nacional de Francia, que conmemora la toma de la Bastilla y la Fiesta de la Federación, tuvo como saldo la quema de alrededor de 250 vehículos y la detención de 96 personas.
A pesar de la impactante cifra, se registró un 40% menos de autos incendiados en comparación con el año anterior.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, destacó esta disminución significativa en los daños materiales y elogió el trabajo de las fuerzas del orden y sus extensos controles preventivos.
Un total de 45.000 policías y gendarmes estuvieron desplegados en las calles durante la noche previa y posterior al 14 de julio, resultando siete de ellos heridos, en contraste con los 21 del año pasado.
El Gobierno francés estaba especialmente preocupado por la posibilidad de que se produjeran nuevos disturbios, como los ocurridos a finales de julio debido a la muerte de un joven en Nanterre, quien recibió un disparo de un policía mientras intentaba evadir un control.