La religiosa italiana María Francisca de Jesús Rubatto -la hermana Francisca-, proclamada este domingo santa por el papa Francisco, fundó escuelas en las localidades santafesinas de Rosario, Sastre, Las Rosas y María Juana.
La religiosa italiana viajó a América Latina con un grupo de monjas, donde ofrecieron su misión en el nordeste de Brasil, en Argentina y en Uruguay.
La religiosa italiana María Francisca de Jesús Rubatto -la hermana Francisca-, proclamada este domingo santa por el papa Francisco, fundó escuelas en las localidades santafesinas de Rosario, Sastre, Las Rosas y María Juana.
"La santidad no está hecha de algunos actos heroicos, sino de mucho amor cotidiano", remarcó el pontífice desde la Plaza San Pedro durante la misa en la que hubo más de 45 mil fieles presentes, según estimó el Vaticano, incluido el presidente italiano, Sergio Mattarella.
Ana María Rubatto -la Hermana Francisca- nació en la localidad piamontesa de Carmagnola, en Italia, en 1844, y de joven visitaba enfermos y participaba activamente con los más desprotegidos en los oratorios salesianos de Turín.
En 1885, inspirada en el capuchino Angélico Lipani, fundó la Congregación Hermanas Capuchinas de Loano y dedicó su carisma a la atención de enfermos, especialmente de los niños y jóvenes vulnerables. Años más tarde, viajó a América Latina con un grupo de monjas, donde ofrecieron su misión en el nordeste de Brasil, en Argentina y en Uruguay.
Monseñor Antonio Mariano Espinosa, arzobispo de Buenos Aires, invitó a la ahora "santa uruguaya" a abrir una casa en Argentina donde, con el paso de los años, lograron fundar varias escuelas, entre ellas las que se encuentran ubicadas en las ciudades santafesinas de Rosario, Las Rosas y Sastre y en la localidad de María Juana.
Actualmente la congregación tiene casas en nueve países: Italia. en el continente europeo; Camerún, Etiopía, Kenia, Malawi y Eritrea, en África, y en Argentina, Brasil, Perú y Uruguay, en América.
La Hermana Francisca falleció en Montevideo en 1904. En su testamento pidió ser enterrada "en medio de mis queridos pobres". Hoy sus restos descansan en el Santuario ubicado en el barrio de Belvedere, en Montevideo, donde se radicó a su llegada a Sudamérica.