Viernes 11.10.2024
/Última actualización 15:34
Hace diez años, Gabriel Schefer tomó la determinación, cansado de la inseguridad, de irse a vivir a Estados Unidos con su familia. Y se radicó en Tampa, la ciudad que hoy intenta recuperarse después del paso del huracán que dejó destrozos y muerte. “No te puedo negar que en algún momento pensamos en abandonar la casa e irnos de la ciudad. Estaba dentro de la planificación. Vivimos en una zona proclive a la llegada de los huracanes y dos o tres días antes se empieza a analizar la posibilidad de quedarse o irse. Teníamos planeado irnos a Georgia o a Atlanta, que está a unas seis horas de Tampa, pero decidimos quedarnos”, cuenta Gabriel, fanático sabalero y siempre pendiente de las noticias que le llegan desde Santa Fe, en el diálogo con El Litoral.
Del huracán, los ciudadanos se resguardaron tapando puertas y ventanas, abasteciéndose de agua, víveres y, en lo posible, con un grupo electrógeno.“Acá vos podés esperar dónde va a pegar el huracán. Entró mucho más al sur, casi a una hora de mi casa, nos quedó un poco lejos y eso fue lo bueno dentro de lo malo. En el lugar donde vivo no se ven más que árboles caidos, cables cortados y estuvimos sin luz desde las 10 y media de la noche del miércoles hasta las 6 de la tarde del jueves”, agrega.
Respecto de la advertencia que hizo la alcadesa de Tampa a la población, en el sentido de que casi les ordenaba que abandonaran sus casas “porque van a morir”, dijo que “esto fue para la gente que vive en la zona de la costa”.
"Esto sucede todos los años y uno se tiene que acostumbrar a convivir con esto", señaló Gabriel Schefer.“Estos acontecimientos se ven a menudo y está por entrar otro el viernes que viene, que se está formando cerca de Cuba, por la zona de Honduras y pueden entrar una de las lineas de ese huracán en Tampa. Durante el año se sabe que los huracanes pueden llegar. ¿Cómo nos preparamos?, el que puede, comprando agua, víveres y grupo electrógeno. No todo el mundo puede comprar un generador, así que los que pueden se agrupan en una sola casa y hacen todo junto. El que tiene mucho temor sale”, agrega el santafesino.
"Se llegó al millón de viviendas sin luz y hay lugares en los que no podrán recuperar la energía eléctrica hasta dentro de un mes", contó el santafesino.“Acá se llegó al millón de viviendas sin luz y hay lugares en los que no podrán recuperar la energía eléctrica hasta dentro de un mes”, señaló Schefer, que tomó algunos recaudos como la compra del generador de electricidad y la colocación de maderas sobre las ventanas para proteger los vidrios de los fuertes vientos o algo que pueda impactar.
“Esto sucede todos los años y uno está acostumbrado y convive con esto. Un meteorólogo lloraba el otro día y decía que nadie le creía, hace 10 o 15 años atrás, que el calentamiento global iba a ser cada vez más mortífero. La temperatura del golfo subió 4 grados. Siempre hubo huracanes, pero eran de grado 1 o 2, ahora no bajan de 3, 4 y 5 y lamentablemente son mortales. La gente no toma conciencia. El problema acá es el mar, yo estuve en las orillas de Tampa y el mar se fue unos 400 metros de la costa, pero cuando volvió lo hizo en forma de ‘tsunami’ pero más lento. El ‘tsunami’ es devastador y no da tiempo a nada. En este caso se va dando de manera más progresiva y afecta mucho a los que viven en las zonas de playa”, concluyó.