El Litoral
Rindió tributo a las víctimas de la bomba atómica lanzada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
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DPA
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, realizó hoy una histórica visita a la ciudad japonesa de Hiroshima, donde rindió tributo a las víctimas de la bomba atómica lanzada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Kerry se convirtió así en el politico estadounidense de mayor rango que visita la ciudad nipona desde que hace 70 años fuese lanzada la bomba, que acabó con la vida de miles de personas.
El secretario de Estado, que realizó la visita al margen del encuentro de ministros de Exteriores del G7, depositó una corona de flores en el monumento que recuerda lo ocurrido. No pronunció palabras de disculpas en nombre de Estados Unidos por el lanzamiento del proyectil.
"Mi visita a Hiroshima tiene un significado muy especial sobre la solidez de las relaciones y el camino que hemos hecho juntos desde los difíciles tiempos de la guerra", dijo Kerry al ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, durante una rueda de prensa.
Junto con sus homólogos de Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Japón y la Unión Europea, Kerry visitó también las exposiciones del Museo Memorial para la Paz de Hiroshima.
"Todo el mundo debería ver y sentir el poder de este monumento. Es un fuerte, duro y convincente recordatorio no sólo de nuestra obligación de poner fin a la amenaza de las armas nucleares, sino de volver a dedicar todos nuestros esfuerzos para evitar la guerra", escribió el jefe de la diplomacia estadounidense en el libro de visitas del museo. "La guerra debe ser el último recurso, nunca la primera elección", agregó.
También fue la primera visita al lugar de altos representantes de Reino Unido y Francia, otras dos potencias nucleares.
"Esta ha sido la primera visita al memorial de Hiroshima de todos los ministros de Exteriores del G7 y creo que hemos dado un paso histórico hacia adelante que revitalizará el impulso hacia la consecución de un mundo libre de armas nucleares", dijo el ministro japonés, oriundo de Hiroshima.
Durante la reunión, los ministros del G7 ratificaron el objetivo de lograr la eliminación de todas las armas nucleares en el mundo, donde todavía hay más de 15.800 de ellas. Además, se declararon preocupados por el programa nuclear de Corea del Norte, país que una y otra vez provoca a la comunidad internacional con ensayos nucleares, según denunciaron.
La bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945 mató a decenas de miles de personas en segundos. A finales de ese año habían muerto en total 140.000 personas como consecuencia de la explosión.
El 9 de agosto de ese mismo año, Estados Unidos lanzó otro proyectil nuclear sobre la ciudad portuaria de Nagasaki. Dejó 40.000 fallecidos en el acto y un total de 74.000 a finales de año. Muchos estadounidenses consideran que los ataques fueron necesarios para poner fin al conflicto y salvar vidas de soldados norteamericanos.
Para Keisabur Toyonaga, uno de los supervivientes, la visita de los ministros de hoy fue "significativa", aunque le decepcionó que estos no tuviesen la oportunidad de escuchar testimonios de quienes vivieron aquel episodio.
"Espero que el presidente (Barack) Obama siga los pasos del secretario (de Estado) y visite el monumento" en mayo, dijo Toyonaga, en referencia a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G7 que se celebrará enconces en la ciudad japonesa de Shima. "The Washington Post" afirmó el sábado que la Casa Blanca está estudiando la posibilidad de que Obama visite Hiroshima.
Los ministros de Exteriores acordaron hoy que en esa próxima cumbre se aprobará un plan de acción conjunto para la lucha contra el terrorismo internacional. El plan prevé, entre otros aspectos, un intercambio de datos más intensivo, controles fronterizos más estrictos y medidas para cortar los canales de financiación de milicias terroristas como el Estado Islámico.
"El terrorismo es un grave peligro para la seguridad mundial, que requiere cooperación internacional y respuestas comunes", señala la declaración final de la reunión de los ministros del Exterior del G7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima.
Asimismo, los jefes diplomáticos del G7 llamaron a Rusia a desarrollar mayores esfuerzos a favor de una solución del conflicto en Ucrania. Al tal efecto, quieren que Moscú haga valer más su influencia sobre los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
El G7 condiciona el eventual levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia a la implementación total de los acuerdos de paz para Ucrania. Al mismo tiempo, sin embargo, el grupo subraya que está interesado en un diálogo con Rusia.
La declaración final de la reunión de los ministros del Exterior del G7 expresa un respaldo explícito a las gestiones del mediador de Naciones Unidas en Siria, Staffan de Mistura, para lograr una solución negociada a la guerra en este país árabe.
Además, los ministros de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Japón se mostraron preocupados por las disputas en el mar de la China Meridional y el mar de la China Oriental.
En una declaración subrayaron la necesidad de una resolución "pacífica" de la disputa. Sin nombrar a China, rechazaron cualquier "medida unilateral intimidatoria, por la fuerza o provocadora" que pudiese cambiar el statu quo y aumentar las tensiones.
China reclama su soberanía sobre casi a la totalidad del mar de la China Meridional, rico en materias primas, y está enfrentada por ello con Filipinas, Brunéi, Malasia, Vietnam y Taiwan.