El Papa Francisco apeló a la fraternidad como base de esperanza del mundo ante el Año Nuevo, en la última misa del año celebrada la noche de este martes (31.12.2024) en la basílica de San Pedro del Vaticano.
El Sumo Pontífice presidió en la basílica de San Pedro la última misa en agradecimiento por la conclusión del año 2024 y el inicio del Año Jubilar en 2025 tiene su origen en la tradición de los Años Santos, que son períodos especiales de gracia, perdón y renovación espiritual.
El Papa Francisco apeló a la fraternidad como base de esperanza del mundo ante el Año Nuevo, en la última misa del año celebrada la noche de este martes (31.12.2024) en la basílica de San Pedro del Vaticano.
"Sí, la esperanza del mundo está en la fraternidad", dijo el papa en las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, un acto solemne en el que se entonó un 'Te Deum' de agradecimiento por la conclusión del año.
"¿La esperanza de una humanidad fraterna es sólo un eslogan retórico o tiene una base sólida sobre la que construir algo estable y duradero?", se preguntó el pontífice.
Según remarcó, "la respuesta la da la Santa Madre de Dios mostrándonos a Jesús".
"La esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, no es un sistema económico, no es el progreso tecnológico", sino que se trata del "hijo encarnado, enviado por el Padre para que todos podamos convertirnos en lo que somos: hijos del Padre que está en los Cielos, y por lo tanto, hermanos y hermanas, entre nosotros", declaró el papa.
Francisco instó a "caminar juntos, como peregrinos de esperanza, por el camino de la fraternidad".
El pontífice también hizo referencia a las preparaciones de este último año en la ciudad de Roma de cara al Jubileo, celebración que se alargará durante todo 2025 y que empezó el pasado 24 de diciembre.
Esta festividad se celebra cada cuarto de siglo y ofrece la indulgencia de los pecados a los peregrinos que asisten a ella, que se espera que sean al menos 30 millones en los próximos doce meses.
"El año que termina ha sido muy exigente para la ciudad de Roma", mencionó Francisco.
Tras la misa, el pontífice salió a la plaza de San Pedro, donde visitó el pesebre expuesto en el lugar, cercano al árbol de Navidad, y saludó a cientos de fieles en la misma plaza.
El Año Jubilar de la Iglesia Católica en 2025 tiene su origen en la tradición de los Años Santos, que son períodos especiales de gracia, perdón y renovación espiritual declarados por el Papa.
Estos se remontan al Jubileo del año 1300, establecido por el Papa Bonifacio VIII, inspirado en la tradición bíblica del jubileo, que marcaba un tiempo de liberación y restauración cada 50 años.
El Papa Francisco anunció el Jubileo de 2025 bajo el lema "Peregrinos de la Esperanza", destacando su intención de ofrecer un tiempo de reflexión, reconciliación y unidad para los fieles de todo el mundo.
Este Año Santo incluirá el acceso a indulgencias plenarias y la peregrinación a Roma, donde los fieles podrán cruzar la Puerta Santa de las principales basílicas, un símbolo de renovación espiritual.
Los Años Santos ordinarios, como el de 2025, se celebran cada 25 años, siguiendo una tradición establecida en 1475, para que cada generación pueda experimentar al menos uno en su vida.
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