Viernes 23.7.2021
/Última actualización 20:48
El asesinato del hasta entonces presidente Jovenel Moise abrió en Haití, además de una puja por el poder por el momento zanjada, una investigación judicial plagada de enigmas y con muchos involucrados, la mayoría ya detenidos y algunos todavía prófugos.
Un cuadro aproximado para entender la maraña que implicó el magnicidio es el siguiente:
Lugar: Bario Pelerin de Puerto Príncipe
Comando: 28 personas: 26 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano. Los dos estadounidenses-haitianos son Joseph Vincent, de 55 años, y James Solages, de 35. Solages aparece como intermediario entre los colombianos y la empresa CTU.
Detenidos: 26 (18 colombianos, dos estadounidenses de origen haitiano, dos policías haitianos, más el pastor y médico Christian Emmanuel Sanon; el exfuncionario Joseph Félix Badio; Solages; y el civil Dominick Cauvin).
Prófugos: Siete personas, entre ellos el exsenador Joel John Joseph, cuyo rol aún no está claro.
Presuntos autores intelectuales: Sanon y Badio.
Planificación y organización: los exmilitares colombianos Duberney Capador (muerto) y Germán Rivera (detenido).
Empresas involucradas: CTU, sede en Miami, propiedad del venezolano Antonio Intriago Valera; y Worldwide Capital Lending Group, del ecuatoriano Walter Veintemilla (financiación).
Seguridad presidencial involucrada: 24 agentes sometidos a medidas cautelares y cuatro separados de la fuerza. Se investiga el rol del jefe de la Seguridad presidencial, Dimitri Hérard.