El Litoral
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, alertó del peligro de una escalada de la tensión en Cercano Oriente y advirtió a Irán que no ponga a prueba su determinación.
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DPA
"Israel no permitirá que el régimen de Irán nos ponga la soga al cuello. No solo que actuaremos contra los acólitos de Irán, sino también lo haremos, si es necesario, contra el propio Irán", advirtió en mandatario israelí en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Teherán respalda a la milicia chiita Hizbolá, que lucha junto con las fuerzas gubernamentales del presidente sirio, Bashar al Assad, en ese país árabe.
El jefe de gobierno israelí mostró un fragmento de metal que identificó como el resto de un dron iraní derribado días atrás por aviones cuando penetraba el territorio de Israel.
"Señor Zarif, ¿lo reconoce? Es suyo. Se lo puede llevar con un mensaje a los tiranos de Teherán: ¡No pongan a prueba la determinación de Israel!", dijo en dirección al ministro iraní del Exterior, Mohammad Javad Zarif. Irán desmintió que un avión no tripulado suyo hubiera entrado en territorio israelí.
La fuerza aérea de Israel realizó ataques hace una semana en territorio sirio contra lo que identificó como posiciones sirias e iraníes en respuesta a la presunta incursión en su espacio aéreo de un dron iraní proveniente de Siria.
Zarif no estaba en el público en el tercer y último día de la conferencia, pero tenía previsto participar posteriormente en un panel. "Irán es una amenaza no solo para nosotros, sino también para ustedes", dijo Netanyahu a políticos, diplomáticos y militares reunidos en la cita anual de Múnich.
Netanyahu señaló que el acuerdo nuclear al que llegó la comunidad internacional con Irán ha permitido "una política aún más agresiva" de Teherán en la región.
Según el líder conservador israelí, el Gobierno de Irán está aumentando su influencia en la región con el objetivo de dominar el mundo con sus misiles. "Cuando Irán disponga de armas nucleares, la agresión ya no podrá ser controlada", sostuvo.
Al mismo tiempo, el peligro proveniente de Irán ha tenido un "efecto positivo" porque ha acercado a Israel a otros países árabes en la región, dijo Netanyahu. "El hecho de que tengamos una nueva relación con los países árabes es algo que en mi vida me hubiera imaginado".