La visita del Papa incluiría escalas en Uruguay y Chile. Foto: EFE
Sería en la primera quincena de diciembre. Seguirá viviendo en la residencia de Santa Marta y no se trasladará al apartamiento pontificio.
La visita del Papa incluiría escalas en Uruguay y Chile. Foto: EFE
redaccion@ellitoral.com DyN -EFE El Papa Francisco hará en diciembre su primer viaja a la Argentina, para estar “junto a sus compatriotas”, confirmó esta mañana a la agencia de noticias DyN una fuente eclesiástica en Buenos Aires. Según esta misma fuente, se estima que el visita a su país será la primera quincena del último mes de al años y puede incluir escalas en Uruguay y Chile. En tanto se supo que el Papa permanecerá alojado por un periodo indeterminado de tiempo en la residencia de Santa Marta y “de momento” no se trasladará al apartamento pontificio, donde ya han concluido las obras de acondicionamiento, informó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi. “Al término de la misa de esta mañana, a la que asistieron las personas (monseñores, obispos y otro personal que presta servicio en el Vaticano) que se alojan en la residencia de Santa Marta, el papa, con palabras muy sencillas, ha dado a entender que, al menos en esta primera fase, permanecerá alojado allí”, dijo Lombardi. El Papa Bergoglio ha cambiado de habitación y ha pasado de la que ocupaba durante el cónclave al apartamento 201, más confortable, que incluye una sala para reuniones, “que le permitirá recibir más fácilmente a las personas, al tener un espacio más amplio”, subrayó Lombardi. Francisco, no obstante, para las audiencias oficiales y encuentros con grupos, obispos o jefes de estado seguirá usando el segundo piso del palacio apostólico, donde se encuentra la Biblioteca Privada y la sala Clementina. El papa Bergoglio se aloja en la residencia Santa Marta desde que entró en el cónclave como cardenal para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Una vez elegido papa, ha seguido alojándose en esa residencia, situada a pocos metros de la basílica de San Pedro y en la que viven normalmente personal que presta servicio en el Vaticano y que también acoge a cardenales y obispos que visitan el pequeño estado. Como establece la normativa vaticana, en el momento en el que se hizo efectiva la renuncia de Benedicto XVI, el apartamento papal y el ascensor que lleva al mismo, en el Vaticano, fueron sellados y el precinto no se levantó hasta que hubo nuevo papa, Francisco, y tomó posesión del mismo. Una vez levantado el precinto, se acometieron algunas obras de acondicionamiento -como es normal en estos casos- para prepararlo para el nuevo papa. En ese periodo de tiempo el pontífice se aloja en otra zona del Vaticano. Juan Pablo II se alojó en 1978 en la Torre de San Juan, que se levanta en un lateral de los Jardines Vaticanos. Benedicto XVI cuando fue elegido papa en 2005 prefirió quedarse en la residencia de San Marta, hasta que tomó posesión del apartamento papal.
Palabras decisivas El cardenal cubano Jaime Ortega reveló en La Habana un manuscrito con las palabras pronunciadas sobre la misión de la Iglesia por Jorge Bergoglio en una sesión antes del cónclave que lo eligió papa, y que pudo haber decidido el voto de los cardenales. El manuscrito fue entregado “en exclusiva” a Ortega por Bergoglio antes de ser elegido como el Papa Francisco, y el pensamiento que contiene “pudo haber guiado la selección de los cardenales” el pasado 13 de marzo, según divulgó hoy la revista de la Iglesia católica cubana Palabra Nueva. El manuscrito de cuatro puntos, que se puede leer en el sitio digital de la revista católica, insiste en que la evangelización “es la razón de ser de la Iglesia” que “está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias”. En su valoración sobre las características que debía tener el nuevo pontífice, Bergoglio consideró que debía ser “un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales”. “Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma (...) Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico”, aseveró. Asimismo resaltó que hay dos imágenes de la Iglesia: “la Iglesia evangelizadora que sale de sí (...) o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí”.