Las autoridades de la gobernación iraquí de Di Car, en el sur del país, reportaron la muerte de dos pacientes diagnosticados con la mucormicosis, una infección rara y potencialmente mortal también conocida como "hongo negro".
Se trata de una infección rara y potencialmente mortal. No trascendió si los fallecidos sufrían de alguna enfermedad concomitante.
Las autoridades de la gobernación iraquí de Di Car, en el sur del país, reportaron la muerte de dos pacientes diagnosticados con la mucormicosis, una infección rara y potencialmente mortal también conocida como "hongo negro".
El portavoz del servicio sanitario local, Ammar al Zamili, confirmó la enfermedad como la causa de muerte de los pacientes, ambos vecinos de Nasiriyah, la capital de la región, aunque precisó que se trata de casos "muy raros", según cita el portal The New Arab.
Asimismo, detalló que la afección es provocada por la "exposición al moho" en el suelo, así como frutas y verduras en estado de descomposición, y recalcó que las personas con enfermedades oncológicas y diabetes constituyen el principal grupo de riesgo.
Hasta el momento no trascendió la edad ni el sexo de los fallecidos, así como tampoco si habían padecido alguna enfermedad concomitante. Casos anteriores reportados se habían dado en personas que ya habían padecido coronavirus o estaban atravesando la afección.
Irak ha registrado más de 1,2 millones de casos de contagios por COVID-19, enfermedad que ha provocado 16.375 muertes en el país.
La mucormicosis es una infección micótica que puede ser fatal para algunos pacientes. Afecta a los senos paranasales, al cerebro, los pulmones y los ojos. Para los especialistas, esta rápida propagación de la infección micótica es atribuida en gran medida a la utilización descontrolada de corticoides en el tratamiento de pacientes con coronavirus.
El uso exagerado de estos medicamentos o su consumo por personas cuyo sistema inmunológico se encuentra debilitado por la enfermedad, aumenta el riesgo de infección por este hongo.
Además, los especialistas señalan ciertas causas ambientales que favorecen la proliferación del ‘hongo negro’ y la multiplicación de contagios, como el agua contaminada en los tubos de oxígeno o en los humidificadores.