La organización Amnistía Internacional (AI) afirmó que “el patrón de represión que se vivió en 2019” en Venezuela coincide con el configurado desde 2014, por lo que hay “razones para alegar” que puede tratarse de “crímenes de lesa humanidad”.
La organización informó que al menos 47 personas murieron en las protestas ocurridas el año pasado.
La organización Amnistía Internacional (AI) afirmó que “el patrón de represión que se vivió en 2019” en Venezuela coincide con el configurado desde 2014, por lo que hay “razones para alegar” que puede tratarse de “crímenes de lesa humanidad”.
En su informe anual, AI reportó que al menos 47 personas murieron en las protestas ocurridas el año pasado en Venezuela, “todas” por heridas de bala y, entre ellas, 11 “presuntamente ejecutadas de manera extrajudicial”.
Asimismo, en cinco días “más de 900 personas fueron detenidas, entre ellas niños, niñas y adolescentes”, según el trabajo enviado a los medios y publicado en el sitio web de la organización.
AI subrayó que el año pasado, Venezuela “seguía atravesando una crisis de derechos humanos sin precedentes” porque “continuaron las ejecuciones extrajudiciales, las detenciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza y los homicidios ilegítimos por parte de las fuerzas de seguridad en el marco de una política de represión para silenciar la disidencia”.
Agregó que “las autoridades respondieron a la creciente protesta social con una amplia variedad de violaciones de derechos humanos y una intensificación de la política de represión”, por la que “se sometió a presos de conciencia a procesos penales injustos” y “varias personas civiles estaban siendo juzgadas por tribunales militares”.
“La injerencia en la independencia del Poder Judicial seguía siendo práctica habitual y el aislamiento respecto de los foros regionales de derechos humanos dejó a las víctimas de violaciones de derechos humanos con pocas vías para obtener justicia”, indicó el documento.
AI remarcó que “el patrón de represión que se vivió en 2019 coincidía con las prácticas represivas utilizadas contra la población civil desde 2014, por lo que había razones para alegar que los ataques sistemáticos y generalizados contra la población civil podían constituir crímenes de lesa humanidad”.
Por otra parte, “las autoridades se negaron a reconocer la verdadera magnitud de la emergencia humanitaria y del deterioro de las condiciones de vida‘, en un contexto en el que ‘la población sufrió severas situaciones de escasez de alimentos, medicinas, suministros médicos, agua y electricidad”.
Esa “situación de emergencia humanitaria sin precedentes en Venezuela había obligado a casi 4,8 millones” de personas a “huir del país”, mientras algunos gobiernos de la región “impusieron nuevos requisitos de entrada que en la práctica cerraban la puerta a venezolanos que buscaban protección internacional”, añadió el informe.
Maduro anuncia la creación de un nuevo cuerpo policial
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la creación de un nuevo cuerpo policial con la intención de que defienda al país caribeño del “flagelo del terrorismo que siembran y financian desde Colombia, y que ordenan desde Washington”, y volvió a embestir duramente contra el líder opositor Juan Guaidó.
Maduro dijo que este cuerpo asumirá “toda la capacidad de fuego para la defensa del país y el desmembramiento de todos los grupos terroristas que son enviados desde Colombia, desde Estados Unidos o que pretendan sembrar la discordia, y perturbar la paz y la seguridad del país”.
El nuevo cuerpo policial contará con unidades de inteligencia, contrainteligencia y capacidad de reacción, acción y coordinación bajo la conducción del mayor general Gil Barrios, si bien no se dieron más detalles al respecto, consignaron medios locales y las agencias de noticias EFE y Europa Press.