El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, su sigla en inglés), denunció este viernes que "miles de bebés nacen en condiciones inconcebibles en la Franja de Gaza desde que estalló la guerra" hace más de tres meses.
En las últimas horas, tanto la OMS como Unicef se refirieron a la deplorable y crucial situación sanitaria por la que atraviesa la población infantil y de recién nacidos, especialmente, en Gaza.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, su sigla en inglés), denunció este viernes que "miles de bebés nacen en condiciones inconcebibles en la Franja de Gaza desde que estalló la guerra" hace más de tres meses.
Unicef advirtió, además, que "por lo menos unos 135.000 menores de dos años están en riesgo de desnutrición grave" en el enclave gazatí, mientras Israel continúa con su ofensiva contra del grupo terrorista Hamás, en el marco de una operación de represalia por la cual hasta ahora murieron casi 25.000 personas.
"Convertirse en madre debería ser un momento de celebración, pero en Gaza es un nuevo niño nacido en el infierno", afirmó la portavoz de la citada agencia de la ONU, Tess Ingram, con los periodistas en Ginebra por videoconferencia desde Omán, tras una reciente visita a la Franja de Gaza.
Según Ingram, casi 20.000 niños nacieron desde el 7 de octubre, cuando estalló el conflicto, lo que "significa que un bebé nace en esta horrible guerra cada diez minutos".
"Las madres se enfrentan a desafíos inimaginables para acceder a una atención médica, nutrición, protección adecuadas antes, durante y después del parto", afirmó la funcionaria de la ONU.
También denunció que las mujeres embarazadas, las que amamantan y los niños viven en "condiciones inhumanas, incluso en refugios improvisados, con una nutrición deficiente y agua insalubre". "Esto pone a unos 135.000 niños menores de dos años en riesgo de desnutrición grave", declaró.
"La humanidad no puede permitir que esta versión distorsionada de la normalidad persista más tiempo. Las madres y los recién nacidos necesitan un alto el fuego humanitario", subrayó Ingram.
La ONU ya ha expresado en numerosas ocasiones su preocupación por la situación humanitaria en Gaza, donde Israel mantiene desde el 9 de octubre pasado "un asedio completo" al territorio palestino, impidiendo la entrada de agua, alimentos, medicamentos y combustible, salvo excepciones originadas en negociaciones o tareas de mediación de terceros países.
Como es de público conocimiento, Tel Aviv y la ONU tienen serias diferencias respecto al enfoque de esta etapa del conflicto, ya que el gobierno israelí le reprocha al organismo multinacional haber hecho oídos sordos a sus denuncias sobre el "descarado comportamiento" de Hamás como administrador de la Franja de Gaza.
Entre otras cosas, Israel insiste en que la ONU jamás controló, de 2007 a esta parte, el destino de la varias veces multimillonaria ayuda en dinero que le brindó al movimiento yihadista para destinar en infraestructura energética (se habla de 1.000 millones de dólares solamente en los últimos años), vías de comunicación y en instalaciones sanitarias, las que en muchos casos fueron construidas pero para disimular una increíblemente extensa red de túneles y edificaciones subterráneas que Hamás ha usado para resguardarse (aún a costa de la población palestina).
En dicho contexto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió sobre "la explosiva situación sanitaria que se está creando" en Gaza, y reportó que en las últimas horas se detectaron 24 casos de hepatitis A, pero se espera que la cifra aumente.
"Las condiciones de vida inhumanas permitirán que la hepatitis A se propague aún más y ponen de manifiesto lo explosivamente peligroso que es el entorno para la propagación de enfermedades", aseguró el titular de la OMS.
Además, Ghebreyesus advirtió que la detección de las enfermedades es limitada debido a que no hay laboratorios funcionando en el enclave y el acceso limitado de ayuda médica impide una respuesta apropiada.
La ofensiva israelí en la Franja continuaba durante la madrugada principalmente en la zona de Khan Yunis, la ciudad más importante del sur del enclave palestino y donde se han concentrado los combates de las últimas horas, que dejaron casi 150 muertos.